Jesús murió casi a las cinco, lo hizo encomendando su espíritu a su Padre, como última frase que exclamó clavado en la cruz. Foto Alejandro Acosta/EL UNIVERSAL
Después de más de 12 horas de escenificación y recorridos por los ocho barrios de la demarcación, Jesús, interpretado por Ariel Rodrigo Luna, fue crucificado en el predio de las Tres Cruces. Foto Yadín Xolalpa/EL UNIVERSAL
Para el control de multitudes, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) instaló dos torres de vigilancia, en la Macro Plaza y el Cerro de la Estrella, donde también el Agrupamiento a Caballo vigiló el arribo de actores y espectadores al lugar de la crucifixión donde acudieron más de dos millones de asistentes.. Foto Yadín Xolalpa/EL UNIVERSAL
Durante su recorrido, el Cristo de Iztapalapa estuvo acompañado por sus apóstoles, mujeres del pueblo, centuriones romanos y acusadores. Foto Alejandro Acosta/EL UNIVERSAL
El sentenciado avanzó en medio de decenas de personas y principalmente en los puntos donde fueron escenificadas las caídas y los encuentros de Jesús con diferentes personajes. Foto Alejandro Acosta/EL UNIVERSAL
En el juicio encabezado por Poncio Pilato y que se llevó a cabo en la explanada de la delegación Iztapalapa, se tomó la decisión de sacrificar a un hombre que estaba en prisión. Foto Alejandro Acosta/EL UNIVERSAL
Dos guardias fueron los encargados de azotar y colocar la corona de espinas a Jesús, en la explanada de la delegación. Foto Yadín Xolalpa/EL UNIVERSAL
Pilato, ante miles de visitantes, ordenó que azotaran al hijo de Dios y lo humillaran públicamente, como parte de la 173 representación de la Pasión de Cristo. Foto Yadín Xolalpa/EL UNIVERSAL
Previamente, el gobernante pidió a la población que eligieran entre Barrabás y Jesús para ser liberado, al unísono, los actores prefirieron soltar a Barrabás. Foto Yadín Xolalpa/EL UNIVERSAL