El jueves por la tarde, alrededor de 150 centroamericanos que eran parte de la caravana Viacrucis del Migrante 2018 partieron a pie de Matías Romero, Oaxaca, a Tierra Blanca, Veracruz, donde esperan abordar La Bestia para llegar a la Ciudad de México, pero en el camino se les unieron “caravanas alternas” y el grupo aumentó a unos 800.

Mujeres, hombres y niños procedentes de países como Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador llegaron a la zona conocida como La Y, en la colonia El Viejo, de Tierra Blanca, donde fueron acogidos por asociaciones civiles y miembros de la Iglesia católica, quienes les ofrecieron vestido y alimentos.

En una propiedad abandonada al lado de las vías de La Bestia, descansaron familias enteras que huyen de la realidad de su país.

Los niños duermen sobre hules y cobijas que la gente de la región donó a los migrantes.

Organizadores del grupo comentaron que no continuarán juntos, unos se irán en el tren que se dirige a Córdoba, para después llegar hasta Lechería, en el Estado de México. De ahí partirán hacia el norte del país, a la frontera con Estados Unidos.

Otros más esperan al tren que va al puerto Veracruz. La idea es partir por la región costera hasta Tamaulipas.

El Viacrucis del Migrante arrancó el 25 de marzo de Tapachula, Chiapas.

Puebla y CDMX los cobijan. Entre jueves y viernes arribaron a Puebla unos 600 miembros de la caravana. Los centroamericanos fueron recibidos en la Parroquia de la Asunción.

El coordinador pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis del estado, Gustavo Rodríguez Zárate, mencionó que en total esperan a 850 migrantes, que seguirán con su recorrido para llegar a Estados Unidos.

La Arquidiócesis, a través de Rodríguez Zárate, informó que han solicitado ayuda de los fieles para proporcionar alimentos, vestido y medicamentos. “Muchos nos pidieron medicinas y pomadas porque tienen fuertes dolores musculares”, añadió.

En la Ciudad de México, unos 150 centroamericanos pasarán la noche en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Antes, un grupo visitó la Basílica de Guadalupe, donde agradecieron haber conseguido un permiso para poder transitar en libertad por México por unos días.

Estrategia. Por seguridad, decenas de integrantes de la Caravana del Viacrucis Migrante se dispersaron por el centro del país para poder llegar a la frontera norte y solicitar visas humanitarias al gobierno de Estados Unidos, aseguró María García, integrante de la Coalición Binacional Contra Trump, una organización que apoya a la caravana.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la activista comentó que la estrategia acordada ha sido hacer creer que se dividieron, pero se espera que en algún lugar se vuelvan a reunir para en conjunto dirigirse a algún punto de la frontera y solicitar la entrada legal a territorio estadounidense.

“Es una especie de operación hormiga, porque es una necesidad de ellos llegar al norte, no es de que si quieren o no, no es un tour turístico, es una necesidad tratar de ir a trabajar a Estados Unidos”, comentó.

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