Patadas de ahogado, nos comentan, lanzó el alcalde sustituto de Culiacán, Sinaloa, Juan de Dios Gámez (Morena), ante las imparables críticas  que le echan en cara por haber permitido que, para el cierre de los festejos del 491 aniversario de la fundación de la ciudad, se realizara una especie de homenaje al narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán. Todo ocurrió, nos detallan, durante la presentación del cantante Peso Pluma, donde además de que se cantó un narcocorrido, los cuales están prohibidos, se proyectó la imagen de El Chapo. En este sentido, nos dicen que más de uno acusó apología del delito y pidió sanciones; no obstante, don Juan de Dios se justificó diciendo que la participación fue de última hora, por lo cual no se supervisó a detalle, pero en cambio trató de desviar la  atención resaltando que los festejos generaron una derrama económica de 80 millones de pesos. ¡Qué tal!

Con “ch” de chapulinazos

En Chihuahua, nos platican, siguen los saltos de funcionarios de una dependencia a otra, y el caso más reciente tocó en el Congreso local, donde la diputada Georgina Bujanda (PAN) pidió licencia de su curul para pasarse a la secretaría de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), lo cual no causó mucho asombro, puesto que desde que comenzaron los relevos dentro de la rectoría de la UACH ya se sabía que ella podría ocupar algún cargo. El tema, nos dicen, es que su salida pone en vilo al Instituto Chihuahuense de las Mujeres, ya que su titularidad es ocupada actualmente por Ana Margarita Blackaller Prieto, diputada suplente, nada más y nada menos, que de doña Georgina.

Encrucijada contra el alcalde

Nos cuentan que en Venustiano Carranza, Chiapas, el alcalde morenista José Luis Avendaño Borraz se ha quedado solo y en medio de una encrucijada encabezada por regidores opositores del PRI y Movimiento Ciudadano, como Isaías Montes de Oca, Amparo Fuentes y Ninet Monserrat Jiménez. A detalle, nos explican, los regidores se han organizado en un bloque opositor, acusando al alcalde de mantener al municipio en el olvido, despachar desde su casa y no atender las demandas del pueblo. No obstante, nos dicen, lo grave es que, incluso quienes son afines a don José, por ideología partidista, ya comienzan a desmarcarse de él. Todo a su tiempo.