Es la tercera noche tras el sismo del sábado 23 y las familias juchitecas se alistan para recibir en las calles y los patios, la lluvia, los sismos cotidianos y las interminables réplicas.

Desde el sábado, las familias hicieron de las calles y patios los espacios más seguros para desayunar, comer, tomar café en las noches y velar en medio de la incertidumbre, en espera de todo porque como dijo doña "Teté", cada noche "es una apuesta por la vida".

Tienen razón ya que desde el terremoto de 8.2 de la noche del jueves 7 de septiembre ninguna familia istmeña duerme en sus viviendas; cada salto que da la tierra precedida por un pavoroso rugido, obliga a la estampida. ¿Protocolo de protección civil? Ausente, distante, lejano. Inaplicable. Lo mismo en escuelas que en oficinas y centros de trabajo.

En punto de las nueve de la noche, las familias juchitecas comienzan a cerrar las vialidades; cuelgan hamacas, colocan sillas, mesedoras, prenden fogones con carbón que en estos días cuesta conseguir porque las paisanas de Santa Rosa, de San Blas Atempa , prefieren cuidar a sus hijos ante tantos brincos que da la tierra y sacrfican sus ventas cerca del lugar conocido como "el mercadito", a un costado de la vieja estación del ferrocarril donde llegaban los trenes proceedentes de Tapachula, Chiapas con destino a Ciudad Ixtepec.

La mayoría de las vialidades son cerradas a las nueve de la noche y solo quedan algunas libres para el paso de las policías militar, federal y estatal; "Nos preparamos para recibir las lluvias y los sismos, así como las réplicas, como lo hicimos el sábado y ayer domingo", comentó don Fernando con una mezcla de ironía resignación.

Es la tercera noche desde que la tierra crujió y el cielo lloró inconsolablemente durante dos horas sábado y domingo, es la noche número 18 desde el terremoto del jueves siete de este mes que arrebató de certidumbre a las familias istmeñas y juchitecas en particular y las invadió de miedo, hasta para regresar a sus hogares.

Es la noche del lunes que en su amanecer recordó a los juchitecos que viven en una situación de emergencia al rededor de las 05:35 horas el primer jalón con la gente despierta; un golpe de tierra a las 05:42 acabó con los renovadoss ánimos acumulados por la noche del domingo para regresar a la normalidad.

Son las 10 de la noche y ell calor es sofocante, hay pocas estrellas se ven en cielo enegrecido, oscura y la luna asoma su rostro tímido entre nubes que no dejan presumir su belleza; frente a Juchitán, en el Golfo deTehuatepec, hay una zona de inestabiilidad con potencial ciclónico; "Se esperan lluvias", dijo Jesús González, delegado regional de Protección Civil .

kcp

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