Chilpancingo.— “Nos sentíamos acorralados. A todo le subieron los precios, ya era imposible aguantar”, cuenta un poblador del municipio de Apaxtla. Esta —presuntamente— fue una de las razones del arribo de unos mil autodefensas del municipio de Tlacotepec, en la sierra, para tomar el control de la seguridad de Apaxtla.

Llegaron al mediodía del domingo, según dijeron, porque los pobladores se los pidieron.

De acuerdo con el relato de dos habitantes de Apaxtla (quienes pidieron anonimato), desde hace dos años la organización criminal La Bandera, un remanente de Guerreros Unidos, se impuso en el pueblo.

A casi todos los productos les impusieron una cuota y otros los tomaron por completo. El poblador explica que, desde hace dos años, este grupo comenzó a acaparar todo el refresco que llegaba a Apaxtla. Los criminales se lo compraban directamente a la empresa, lo guardaban en bodegas propias en el municipio de Teloloapan y después lo distribuían ellos mismos.

En Apaxtla, una Coca-Cola de vidrio, de consumo individual, costaba 19 pesos, cuando en una tienda común su precio máximo es de 12 pesos. Eso mismo pasaba con la carne de res, de puerco y con el pollo.

La misma operación: acaparaban e imponían sus precios. Aunque, en este caso, a los vendedores que no les querían comprar la carne o el pollo les imponían un impuesto de cinco pesos por kilogramo. Por esa imposición, explican, al final terminaban accediendo a comprárselo a ellos.

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Según los pobladores, la organización criminal La Bandera controlaba el precio del aceite, del pan, la cerveza, las tortillas, el agua en garrafón, el gas... hasta el de la comida chatarra, como frituras o galletas.

La mayoría de los productos que llegan a Apaxtla tienen que pasar por Teloloapan, el bastión de La Bandera. Ahí, cuentan, detienen a los proveedores, les compran los productos o les imponen un impuesto que después se refleja en el precio final que pagan en Apaxtla, así como en sus comunidades.

El domingo 6 de noviembre, el grupo de autodefensa de Tlacotepec arribó a Apaxtla. Esa vez sostuvieron una reunión con pobladores y con comisarios de varios poblados.

El grupo de autodefensa de Tlacotepec es vinculado por las autoridades con la organización criminal Los Tlacos, que opera en la Sierra, las regiones Norte y Centro de Guerrero, y es de las que más se ha expandido en los últimos años.

Eso provocó una reacción de la organización criminal La Bandera junto con el grupo de autodefensa de la Tecampanera, que opera en Teloloapan: bloquearon la carretera federal Iguala-Tierra Caliente, el principal paso para llegar a Apaxtla.

También tuvo una reacción en Apaxtla: comenzó el desabasto de productos de la canasta básica, por lo que llamaron a la autodefensa de Tlacotepec, pero el problema no está resuelto, pues el flujo de productos no se ha regularizado y crece la escasez.

El lunes, pobladores de Apaxtla se reunieron con funcionarios del gobierno del estado y mandos militares. Les pidieron cinco cosas, entre ellas que eliminen la extorsión y cuotas que imponen los grupos delictivos, y que se regularicen los precios. Que retiren los retenes en los puntos de Ahuehuepan, Chapa, El Tanque y Oxtotitlán, y que se reanude el transporte público de Apaxtla a Teloloapan.

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