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San Pedro Pochutla.- Los gritos de niños y adultos rasgaron la calma característica de la ribera de Zipolite, pintoresca playa de la Costa de Oaxaca y perteneciente al municipio de San Pedro Pochutla.
Los gritos de asombro, que escalaron a terror por momentos, se originaron por la aparición de los cuerpos sin vida de dos tortugas marinas de tamaño mediano, que en cuestión de minutos, salieron de las aguas entre el hedor que acompaña a la muerte.
Eran tortugas de carey , una de las tres especies que arriban en esta temporada de anidación a las costas oaxaqueñas, lugar considerado predilecto entre estos reptiles marinos más antiguos que los dinosaurios, y donde llegan tres de las seis especies que tienen presencia en México, según el Fondo Oaxaqueño para la Consevación de la Naturaleza.
Como estas tortugas de carey, especie en peligro de extinción, en menos de dos días han aparecido otras cuatro sólo en esta playa, todas de la misma variedad, explican niños, salvavidas y pobladores, quienes se encargan de sacarlas del agua y enterrarlas en la playa.
Mientras habitantes jalan el cuerpo del primer quelonio, un hilo de sangre se queda regado en la arena, indicio, señalan, de que pudo ser golpeada por una moto de agua o alguna lancha.
"Esta es zona de anidación de tortugas, es común que lleguen y que alguna muera en el trayecto, pero de ninguna forma es normal que aparezcan seis en menos de una semana", dice uno de los hombres de piel bronceada mientras escarba un agujero de más de un metro de profundidad en la arena, para que el agua no la saque de nuevo a la superficie.
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Mientras los habitantes se organizan casi sin palabras para enterrar a la tortuga, turistas y visitantes se arremolinan para ver el cuerpo inerte del quelonio. Incluso se ofrecen para escarbar en la arena por turnos, para depositarla.
Los demás se limitan a documentar el hallazgo y el improvisado sepelio. Otros, compran bebidas para los voluntarios que hoy la hacen de enterradores.
Al alcanzar la profundidad suficiente, depositan a la tortuga y habitantes, niños y visitantes la cubren de tierra con los pies.
"Es la quinta en dos días, por allá enterramos dos, otra acá y la otra por allá. No es normal", repite el hombre.
Todavía no pasaba la conmoción del primer hallazgo cuando el agua arrojó al segundo cuerpo, éste con golpes y cortes visibles en la cabeza y la parte inferior, lo que hace especular a los habitantes que fue golpeada por una lancha, o incluso asesinada para obtener sus huevos, que aún se consumen en las poblaciones costeñas de Oaxaca.
"Ya se les ha dicho a los pescadores, pero no entienden. Tienen un reglamento y un límite para acercarse para no afectar a las tortugas, pero como vienen siguiendo a los peces, no hacen caso", dice uno de los salvavidas.
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Esta situación empeora porque de acuerdo autoridades estatales la actual presencia de marea roja en la Costa oaxaqueña ha generado la muerte de quelonios en distintas playas, por la cual la subestación de Bomberos ubicada en Santa María Huatulco se convirtió en un refugio emergente de tortugas marinas que están siendo afectadas por este fenómeno natural.
Apenas hace tres días se reportó el hallazgo de tres cuerpos más en distintas playas de Huatulco.
Según estudios realizados por investigadores de la Universidad del Mar de Oaxaca , diversos factores que influyen en las condiciones oceanográficas favorecen el florecimientos algas nocivas —conocidas como marea roja—, "comprendida por microorganismos tóxicos de los cuales se alimentan los sálpidos o salpas (seres vivos de libre flotación con aspecto traslucido y gelatinoso) ampliamente distribuidos en aguas medias o cerca de la superficie".
Ellos actúan como vectores en la transferencia de toxinas desde algunas algas hacia algunos vertebrados marinos, generando su muerte por intoxicación.
"Dicho evento ha provocado la mortandad de tortugas marinas, debido a la estrecha correspondencia entre las condiciones físicas, químicas y biológicas del mar, la proliferación de microorganismos tóxicos y de salpas", informó el Gobierno de Oaxaca en un comunicado.
Agregó que lo anterior se debe a causa de la contingencia ambiental que se está presentando, y por la que se están encontrando tortugas marinas y gaviotas —hasta ahora— con parálisis en el sistema nervioso.
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De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente estatal , los ejemplares que se han presentado están siendo atendidos por el Comité de Atención a Fauna Silvestre, en coordinación con el Centro Mexicano de la Tortuga y la Universidad del Mar, al igual que el municipio de Santa María Huatulco el cual está apoyando con los medicamentos suministrados a las tortugas.
Otras autoridades como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la delegación de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), también participan en la atención de esta contingencia.
"La fauna afectada ha respondido de acuerdo al grado de intoxicación. Algunos de éstos se están recuperando y otros han servido para la toma de muestras, para fortalecer el campo de investigación".
Por esta marea roja que que se presenta en las costas de Oaxaca los Servicios de Salud (SSO) también impusieron una veda para consumir mariscos de doble concha en siete municipios del litoral del Pacífico, incluidos los principales destinos de playa como Huatulco, Puerto Escondido y por supuesto Zipolite.
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afcl