¡Que viva el reggaetón, la cumbia, Pessoa y Borges!

Así, con un grito de integración, el músico Jorge Drexler lanzó un llamado para dejar las barreras que separan a la música y a la humanidad y abrazar al otro.

Drexler se convirtió en el gran ganador de la 19a entrega del Latin Grammy al llevarse tres premios la noche de este jueves.

"Esta es una celebración de la diversidad. Nuestro continente lleva 500 años experimentando la integración de tres culturas: la ibérica, la africana y todas las culturas prehispánicas y el mundo aparentemente hace unas décadas se ha dado cuenta de que la integración es el camino", dijo en conferencia de prensa.

En una ceremonia en la que intérpretes del urbano como J Balvin y Maluma también resultaron premiados Drexler defendió al género de los detractores.

"Ese patrón rítmico no es ni siquiera nuestro. No es mío, no es de Balvin, no es de Maluma, no es de ninguno de nosotros, viene desde el siglo XI de los burdeles de Persia donde le llamaban el ritmo del diablo", explicó.

"Si no nos gusta algún tipo de canción escribamos canciones mejores, no le echemos la culpa a los géneros de las cosas, es nuestra responsabilidad como compositores. Abramos los brazos que el mundo ya está bastante dividido y va tendiendo a dividirse cada más como para andar estableciendo gettos", dijo.

El autor de "Telefonía" comentó que admita los versos de cantantes como Rosalía y compartió que los territorios son tan vastos que hay espacio para todos.

"Yo no tengo enemigos en el mundo de la música, mis enemigos son los intolerantes, los fabricantes de minas antipersonas".

Drexler elogió el poder de los artistas de mover corazones y caderas alrededor del mundo gracias a la música y pidió que el público no se restringiera creando categorías.

Cruzando fronteras.

Al ser él mismo un migrante, que de Uruguay se mudó a España en busca de un sueño, Drexler recordó la caravana migrante que cruza México en su camino hacia los Estados Unidos y cuestionó quién no lo había sido alguna vez.

"Esas barreras, esos límites no existen. No es que haya una caravana de migrantes, es que todos venimos migrando", dijo.

"Nuestra especie no hace otra cosa que migrar para vivir mejor, para que sus hijos tengan acceso a lo que uno no les puede dar en el sitio donde está. Todos nos hemos movido siempre, la emigración nunca es un acto banal", sentenció y recordó que la historia es cíclica y aquellos que hoy piden asilo el día de mañana lo pueden brindar.

rad

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