Podría decirse que se reconoce como un obsesivo de la figura de : lo que inició con un trabajo vocal, al prestar su voz para el documental “Vincent, pinceladas de un genio” , lo llevó al gran reto de interiorizar muchas facetas de este pintor de Países Bajos.

No sólo en su obra pictórica, sino también en su vida personal, lo que dio pie a un texto teatral y un montaje, llamado “Vincent, girasoles contra el mundo”. No sólo eso, después se enfocó en la infancia de Van Gogh para crear un libro infantil “De nidos, estrella y girasoles”, hasta llegar a la versión literaria de su obra (“Vincent, girasoles…”), un libro en el que, además de la biografía del pintor, contiene el libreto de puesta en escena, así como anotaciones de una investigación que incluyó un viaje a Europa para conocer más del artista.

“No quería hacer un tratado sobre evolución pictórica, pero sí enfatizar sus diversas relaciones íntimas, para entender y gozar, a mi juicio, más la dramaturgia con todos estos antecedente;, pero sobre todo aportar al lector información que vaya más allá de la nota roja”, explica Mario Iván a EL UNIVERSAL .

“Mucha gente sabe que fue un pintor que se cortó la oreja, que estaba medio loco, que pintó unos girasoles y una ‘noche estrellada’, pero no muchos saben que quiso ser predicador, que a sus 20 años sabía de memoria la Biblia, que murió recitando parlamentos de “Ricardo III” de Shakespeare, que quiso ser vendedor de arte; fue un hombre pletórico de contradicciones, entonces no pretendo competir con los grandes tratados biográficos que se han realizado, pero creo que lo que presento es único, porque narra la relación personal de un actor mexicano con Van Gogh”.

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Todos estos proyectos, excepto la obra, pudieron ser realidad porque la pandemia y el encierro le permitieron a Mario Iván adentrarse en la investigación, la lectura y la escritura, y le dieron el tiempo para crear el personaje de este pintor a su medida, con el cual pudiera decir lo que quisiera comunicar.

“Lo que sí sé, en el caso de Van Gogh, es que me he entregado en cuerpo y alma con gran osadía, aquí debo citar a él: ‘Más vale ser atrevido, aunque se cometan muchos errores, que ser estrecho de pensamiento y demasiado prudente’, y así me aventé de lo más alto del trampolín para autogestionar estos proyectos que me apasionan”.

Conexión entre artistas

Mario Iván advierte una necesidad creativa reflejada en el trabajo que ha hecho desde 2018. En el caso de la figura de Van Gogh, considera que puede conectar con él, aunque asegura que el pintor fue más autodestructivo y enfrentó una incomprensión por su trabajo, algo que él, por fortuna, no ha vivido. Esto a pesar de que al principio de uno de sus proyectos más importantes, el de cuentacuentos, parecía muy osado (con la serie de audiolibros “Un rato para imaginar” le auguraban poco éxito, porque buscaba acercar al público infantil a textos como “Don Quijote de la Mancha” o los cuentos de Oscar Wilde).

“Me siento un actor afortunado, pero me identifico con él (Van Gogh) en otros aspectos, por ejemplo, su necesidad de contar con un espacio para crear. Era un hombre que manejaba muy bien su soledad, creaba en ella y no le abrumaba, y yo soy así, pero no busco identificarme con el personaje, más bien suelo dejar a Mario Iván afuera lo más posible, si hay elementos míos que le sirvan, perfecto, pero yo aspiro a ser lo más posible una hoja en blanco, receptiva a lo que la evidencia histórica ofrece”.

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Aun así, asegura que este personaje llegó a su vida en un momento en que se encontraba en la búsqueda de algo interesante en su carrera, si bien acababa de interpretar un personaje transexual en el musical “La jaula de las locas”, la sofisticada Zazá.

“Mario Iván encontró a Vincent en el momento propicio, un tanto fortuito con la invitación para ponerle voz a un documental, porque al ser pintor aficionado ya conocía sobre él y su trascendencia, pero no tan a fondo; por eso considero que sería pretencioso decir que Van Gogh encontró a Mario Iván, más bien yo con mi punto de vista de un actor mexicano necesitado de encontrar una figura estimulante, de pronto se topa en la vida de manera circunstancial con esta enorme personalidad y decide abrazarla en toda su dimensión; qué bueno que lo encontré porque definitivamente ha enriquecido mis días en múltiples formas”.

Apasionado de la historia

Esa misma inquietud del actor lo llevó a un nuevo proyecto: un libro infantil que habla de la niñez de Sor Juana Inés de la Cruz (“De niñas, disfraces y un soneto”) que está por publicar, y que es el inicio de una serie editorial; también tiene en la mira la figura de Maximiliano de Habsburgo , a quien desea conocer desde sus diversas facetas, como buen apasionado de la historia que se dice ser.

En este texto Mario Iván contará sus experiencias como niño actor, lo que vivió al lado de su madre, la actriz Margarita Isabel , como la primera vez que la vi actuar, era Titania en ‘Sueño de una noche de verano’ de Shakespeare, o cuando se divorciaron sus padres y lo mandaron a estudiar a Inglaterra, entre otras cosas, pero espera tener el tiempo de sentarse a escribirlo antes de que termine este año.

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La actriz María Isabel con su hijo Mario Iván Martínez. Foto: Archivo EL UNIVERSAL

“Los actores estamos en la búsqueda constante de personajes provocativos, estimulantes, que nos brinden tela de dónde cortar para brindarle al público un trabajo rico y sustantivo de alguien que tal vez sólo conoce superficialmente”, dice Mario Iván Martínez, quien realizará un streaming de su obra “Vincent, girasoles contra el mundo” el 19 de junio a las 19:00 y continúa realizando sus narraciones en su página de Facebook A soñar despiertos, todos los viernes a las 20:00 horas.

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