La primera oleada de la pandemia de Covid-19 impactó económicamente a los foros de música independientes de la Ciudad de México, pero la segunda ocasionó la muerte de varios y los que milagrosamente sobrevivieron ahora se aferran para que la tercera ola no los extermine. Esta es su historia:
El Gato Calavera era un foro independiente sano que cada semana ofrecía hasta cuatro conciertos de bandas punk, rock, ska, hardcore; durante casi 11 años abrió sus puertas a miles de personas y le dio la oportunidad a muchas bandas, fue parte de la cultura colectiva de la ciudad, pero la pandemia hizo que cerrara sus puertas para siempre.
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Vieron una luz de esperanza cuando el gobierno capitalino permitió reabrir a finales de 2020, y sólo lo hicieron una semana, en la que asistieron alrededor de 20 personas de un promedio de 300 que iban regularmente. La esperanza se extinguió. El dueño del lugar tampoco soportó el bajo ingreso económico.
“El lugar lo perdimos en la pandemia. El que nos rentaba no nos quiso aguantar, prefirió que el local se pudriera, está abandonado”; Deals Olan, Dueño de El Gato Calavera.
En un intento más, en medio de la bancarrota, optaron por abrir un café, en donde instalaron un escenario pequeñito.
La suerte no le favoreció al icónico foro El Bataclán, que vio pasar a grandes estrellas ahora internacionales sobre su escenario. Intentó operar como restaurante, pero fracasó y dejó de operar.
“Fue una decisión tremendamente dolorosa, a nivel profesional, emocional, toda mi vida la había ejercido ahí, pasaron personas como Lila Downs, Regina Orozco, Tania Libertad, Juanes, o sea tuve a todo mundo, estanduperos, mucha gente, aún no me lo termino de creer porque era mi vida, pero ya no había manera de seguir desgraciadamente”, dice su dueña, Margarita Ibarra.
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El multiforo urbano Bajo Circuito no la tuvo más fácil. Recortó personal y arrancó como de restaurante y eso los ha salvado.
“El foro afortunadamente ya está funcionando como lo que es, de espectáculos, que tiene un restaurante, para poder mantenerlo, eso sí con un aforo al 50% que es el permitido y bueno así ha sido nuestra historia”, señala uno de sus fundadores, Jorge Eduardo Zúñiga.
Si la tercera ola de la pandemia volviera a cerrar los espacios para eventos presenciales, seguir como restaurante sería su única salvación, como también lo ha sido para el Foro Indie Rocks!, el cual poco a poco ha empezado a salir adelante haciendo conciertos con poco aforo.
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“Fue muy complicado, nosotros nos adaptamos a la parte de restaurante como solicitaba la alcaldía en algún momento para poder reabrir estos inmuebles y así nos adaptamos para medianamente activar la economía.
El Foro del Tejedor vivió momentos peligrosos, pero en comparación con los anteriores contaron con la ayuda del corporativo de la Cafebrería El Péndulo, que tomó medidas extraordinarias para aguantar la situación.