Los efectos de la sucesión presidencial ya se sienten al interior del primer círculo del presidente. El “banderazo” de salida, que el presidente dio hace unos meses a los miembros de su gabinete y de su grupo más cercano, ha metido a los hombres de Enrique Peña Nieto en una dinámica de competencia y rivalidad, ya no tanto por la cercanía y ascendencia con el presidente, sino por figurar en las encuestas y la carrera rumbo a 2018. En esa lógica, dos antiguos amigos y aliados, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el secretario de Educación, Aurelio Nuño, han tomado distancia uno del otro y de su antigua relación de subordinación —Nuño como pupilo de Videgaray— ya no queda mucho.
Además de las aspiraciones presidenciales de ambos, que los ha colocado en franca competencia, ha habido otros temas que han ahondado las diferencias entre dos de los hombres más cercanos e influyentes en el ánimo presidencial. Si en algún momento trabajaron juntos y Aurelio creció bajo la sombra y la influencia de Videgaray en el oído del presidente, hoy los caminos de ambos no sólo van en rutas paralelas, sino que han entrado en una abierta disputa por ver quién de los dos tiene más fuerza frente a Peña Nieto.
El último episodio donde Videgaray y Nuño midieron fuerzas, tuvo que ver con la salida de Emilio Lozoya Austin de la dirección de Pemex. Mientras el secretario de Hacienda pugnó durante varios meses por que el presidente le pidiera la renuncia a Lozoya, acusándolo de malos manejos y de haber ocasionado un caos en las finanzas de Pemex, el titular de Educación se empeñó en defender a capa y espada al ex funcionario al que apoyó para que permaneciera en el cargo en contra de las recomendaciones de su antiguo tutor.
Fue tal la tensión que el enfrentamiento de los dos poderosos secretarios ocasionó al interior del gabinete, que hubo un momento en que Peña Nieto le puso un alto a las presiones de Videgaray. “Ya no, Luis, no insistas más con ese tema”, llegó a decirle el presidente a su influyente secretario de Hacienda ante la insistencia de un relevo en la petrolera nacional que, por otro lado, rechazaba Aurelio.
El resultado final de esa batalla lo conocemos todos. Lozoya no sólo salió de la dirección de Pemex, sino que ahora toda la fuerza y las baterías de Videgaray (quien en una demostración de fuerza impuso al nuevo director José Antonio González Anaya) se enfocan a investigar y sancionar los “excesos” y “desordenes” que en la visión de la Secretaría de Hacienda se cometieron en la llamada empresa productiva del estado. Ese round, sin duda alguna, lo ganó el antiguo maestro que hizo valer su supremacía sobre el crecido alumno.
Por lo demás, en la carrera por la candidatura presidencial, también se impone hasta ahora Luis Videgaray, quien a pesar de sus altos negativos, aventaja con mucho a Aurelio Nuño, quien con todo y su excesiva exposición mediática no logra aún crecer en las encuestas y mediciones rumbo a 2018. En la última medición de la revista especializada Campaigns and Elections, una de las publicaciones más respetadas en el marketing político, Videgaray se coloca en la tercera posición en nivel de conocimiento entre los aspirantes del PRI —con 50%, por debajo de Miguel Osorio y Rosario Robles, con 67% y 53% respectivamente— mientras que el joven Nuño aparece en la sexta posición de una lista de siete precandidatos, con apenas 43%, sólo por arriba del titular de Sedesol, José Antoio Meade, que tiene 42% de conocimiento.
La medición de la revista, a cargo de Varela y Asociados, también pregunta por la opinión negativa y positiva de los aspirantes priístas, y nuevamente el puntero es Miguel Osorio con 37% de positivos contra 30% de negativos, mientras Videgaray vuelve a ocupar la tercera posición con 27% de menciones positivas y 24% de negativas, en tanto que Aurelio Nuño aparece en el último lugar de la lista de precandidatos priístas con 25% de opinión positiva y 18% de negativos, superado incluso por el dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien tiene 26% de positivos contra 24% de negativos.
Así que si nos basamos en las encuestas y en la capacidad de influencia que los dos personajes pelean en el ánimo de Peña Nieto, la carrera la va ganando hasta ahora Luis Videgaray, mientras que Aurelio Nuño, si bien trae una tendencia creciente, sigue ocupando los últimos lugares en todas las encuestas que miden el crecimiento de los aspirantes presidenciales del PRI. La máxima dice que el alumno suele superar al maestro, pero en el caso de los dos antiguos amigos, ahora rivales, el maestro sigue superando hasta ahora al pupilo.
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