No diré su nombre, pero sí describiré la situación.
Un secretario de Estado hace un par de meses. Defendía las decisiones tomadas, todas, de parte del gobierno federal. Lo hacía con un estilo, digamos, sobrado de sí mismo; menospreciaba las críticas de la “opinión publicada”.
Decía, en pocas palabras, que el PRI sí se había preocupado (por la Casa Blanca de EPN, por Ayotzinapa, por el coctel en el que vivimos) previo a las elecciones intermedias de 2015, pero al ver que habían ganado, gracias a los votos controvertidos del Partido Verde, la mayoría en el Congreso pues…. (termine la oración con un desdén acompañado por la mano).
¿Rumbo al 2018? Habrá una elección a tercios y con la estructura del megapartido, apoyado en gran parte por los gobiernos estatales, ganarían. Punto.
Corte a estas elecciones de 2016. Si bien las intermedias se consideran un referendo al gobierno en turno, las del domingo pasado son definitorias rumbo a 2018, cuando se cambia el gobierno de la República. El PRI queda maltrecho, por decir lo menos.
De las 9 gubernaturas que anunció Manlio Fabio Beltrones que ganarían, se quedaron sólo con cinco. Hidalgo y Sinaloa, además, fueron las únicas en las que no tuvieron pelea; en Tlaxcala, Zacatecas y Oaxaca con fuertes rivales. Quizá aún den la pelea en Aguascalientes.
Perdieron cuatro de cinco estados en los que nunca había habido alternancia, incluyendo la “joya” de la corona, por sus votos: Veracruz. También Tamaulipas, Quintana Roo, Chihuahua y Durango.
Al parecer sí pega la corrupción, la inseguridad, el “mal humor”, la indiferencia frente al día a día de los ciudadanos.
Ayer, Manlio Fabio Beltrones hacía una autocrítica a la par que su equipo anunció que podría impugnar siete derrotas con su equipo de 5 mil abogados: “Es un electorado que está mandando el mensaje de cambio de actitud del PRI y del gobierno para reconectarse con la sociedad. Tenemos que revisarlo y hacer nuestra propuesta a futuro. Este es el momento de enfrentar una realidad en el PRI y sus gobiernos y vale la pena que todos hagamos la reflexión”.
Le propongo algunas lecciones y preguntas a raíz de los comicios de este domingo:
1) El “Nuevo PRI” queda muy cuestionado. ¿Recuerda que Enrique Peña Nieto dijo en un programa de televisión que lo enarbolaban, además de él, Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge? Por si fuera poco tienen el proceso abierto contra Rodrigo Medina, el ex Golden Boy de Nuevo León.
2) El PAN fue el gran ganador por varias razones: el que mejor ha capitalizado el descontento ante el PRI y también lo ha hecho apoyado en cuadros con implante local que, ojo, no son nuevos. Cabeza de Vaca, Yunes, Rosas Aispuro y Corral todos serán gobernadores que ya habían hecho campaña para el puesto, por ejemplo.
3) ¿Funciona el discurso antisistema? Hay que revisar eso. Pensábamos que sí. Jorge G. Castañeda incluso sostiene que sólo se le podría ganar al PRI en el 2018 con un discurso así y viniendo de un candidato realmente fuera del sistema de partidos. En esta elección no pintaron los candidatos independientes. Habrá que revisar por qué.
4) Aunque Morena sin duda creció (y le quita votos al PRD, quizá no tantos como se esperaba) la perspectiva de su triunfo no fue tan contundente como se imaginaba la mañana del 5 de junio. ¿Por qué? ¿Quizá es que el discurso de “buenos” contra “malos” no convence del todo a una ciudadanía que sí distingue grises? (Ojalá) ¿Podría estar aún viva una alianza Morena-PRD? En Zacatecas y Oaxaca la izquierda junta, sin duda, hubiera ganado…
5) Las alianzas están vivas. Lo demuestra que ganaron en Durango, Quintana Roo, Veracruz. ¿Habrá más alianzas PAN-PRD? (Hasta aquí queda claro que el PRD necesita alianzas, más que otros partidos. ¿Las muy diferentes tribus que lo integran lo permitirán?).
6) ¿Qué vamos a hacer con toda la porquería de lo que nos enteramos en campaña? ¿Se inician hoy investigaciones, se buscará qué hay de cierto en todas las acusaciones de la llamada “guerra sucia” aun cuando algunos de los señalados llegaron al poder?
7) ¿Qué va a hacer el INE con los famosos Oples (Órganos Públicos Locales Electorales)? Los resultados de los Programas de Resultados Preliminares (PREP) tardaron mucho y eso, la verdad, es difícil de creer que no es mejorable en pleno siglo XXI.
8) ¿Y las encuestas? De nuevo nos quedaron mucho a deber. Muchos de los pronósticos medibles (que lo digo sabiendo que sí se mide y que no es la consulta a una bola mágica) no reflejaron, a la mera hora, los datos de las elecciones. ¿Qué van a hacer los encuestadores, qué vamos a hacer con las encuestas? ¿O vamos modificando el Himno Nacional para que diga: “Una encuesta para cada hijo te dio”?
9) En la CDMX me parece que queda claro que, además de otros errores, a los capitalinos no nos gustó nada el hecho de que 40% de los asambleístas constituyentes que escribirán la Constitución sean esignados. ¿Qué hacer con una elección tan baja, de 28%?
10) ¿Qué hacemos con el desencanto que sí sentimos por la democracia que tanto --incluso vidas y sangre-- nos ha costado construir? No es sólo el desdén en ciertos lugares, sino su costo, sus muchas cortapisas (incluso para hablar, que se entiende por excesos). ¿Qué hacemos con todo el dinero que sabemos que circula de manera extraoficial?
Por cierto, estos comicios sirvieron para que dos controvertidos ex gobernadores reaparecieran en sus entidades, ambos en la zona del Golfo de México.
Por un lado, en Tamaulipas Eugenio Hernández salió de su anonimato y acudió a votar por el abanderado del PRI, Baltazar Hinojosa. Acudió a la casilla 1569 en el fraccionamiento Del Valle, en Ciudad Victoria.
Otro que regresó a la tierra que gobernó fue Fidel Herrera, hoy cónsul de México en Barcelona. Estuvo en Veracruz donde acudió a votar.
Qué buen corazón tiene el ex mandatario que en un video que circula en Internet se aprecia cuando Herrera saca de su bolsa del saco lo que parecen ser billetes y se los da a una mujer que se le acerca cuando él se dirigía a la casilla.
Forbes dio a conocer su lista de las 100 mujeres más poderosas del mundo 2016. Por sexto año consecutivo la encabeza la canciller alemana Angela Merkel, mientras que el segundo lugar lo ocupa Hillary Clinton, desde ayer ya segura candidata demócrata a la Casa Blanca. El tercer lugar es para Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Melinda Gates, esposa de Bill Gates y copresidenta de la Fundación Gates está en el cuarto lugar y la quinta posición es para Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors.
En el lugar 18 aparece la única mujer latinoamericana, Michelle Bachelet, presidenta de Chile.
Ella lo anticipa:
--Seré la candidata del PAN y ganaremos la Presidencia de la República...sí creo que es importante meter prisa porque el adversario tampoco se va a quedar cruzado de brazos: Margarita Zavala, en entrevista con Carlos Puig, luego de los resultados electorales del domingo pasado. A ver qué dice (o hace) Ricardo Anaya.