La acusación concreta contra las intermediarias XXI Banorte, Sura, Profuturo GNP y Principal habla de haber maniobrado para sumar a su causa la mayoría de los traspasos solicitados por los usuarios.
La presunción habla de que 55% de los 2 millones 400 mil cambios de afore realizados cayó en sus redes… con la novedad de que no necesariamente ofrecen los mejores rendimientos.
La denuncia ante el organismo en combate contra las prácticas monopólicas la interpuso la propia Consar… con la novedad de que días después expediría una serie de lineamientos que a su juicio tapaban el pozo.
De acuerdo a éstos se le coloca una carrera de obstáculos a los usuarios del sistema que pretendan migrar a otras instancias que les ofrezcan menores comisiones y, desde luego, mejores rendimientos.
La operación-traspaso reclama desde esquemas biométricos para identificar plenamente al solicitante, es decir huellas dactilares, paisaje de iris ocular, fotografía actualizada y aún la voz del trabajador.
Solo faltó la exigencia de una carta de no antecedentes por parte de la PGR y de pasadita del FBI, a la par del acta de nacimiento de la abuelita del usuario.
Misión imposible, pues.
La paradoja del caso es que la medida provocó la ira de tirios y troyanos. Las intermediarias pequeñas aducen que se trata de proteger a las gigantes, en la lógica de que si se “agandallaron” una rebanadita mayor a la mitad del pastel, ahora le ponen diques al equilibrio.
A su vez, las cuatro en capilla aducen que se trata de evitar una mayor desbandada de usuarios de las instancias que ofrecen menores expectativas para alcanzar un retiro digno.
Lo cierto es que el mayor damnificado es la competencia. Forjada a fuego la máxima aquella de que la competencia nos hace competentes, la posibilidad de que los trabajadores pudieran realizar traspasos actuaba como acicate para una mejor oferta.
La paradoja del caso es que la Consar soslayó los casos en que las intermediarias atan la inscripción de un trabajador a la afiliación de un servicio adicional, por ejemplo una tarjeta de crédito o un seguro de vida.
La posibilidad de competencia de las afores no se centra solo en su oferta general, sino en las opciones de rendimiento de las diferentes sociedades de inversión, que se van segmentando en relación a la edad de los trabajadores.
A mayor cercanía con el retiro, mayor riesgo, pero también mayor opción de ganancias.
En este caso entran a la apuesta mayores montos de renta variable, es decir acciones bursátiles; inversión en el extranjero, y hasta posibilidad de coberturas.
En el escenario de inicio del juego se planten inversiones hacia el largo plazo, con posibilidad de participación en proyectos de infraestructura.
Restringir, pues, la opción de traspasos vía el desaliento que plantea la carrera de obstáculos podría significar la frontera entre alcanzar o cancelar la meta de acumulación de recursos.
Peor, pues, el remedio que la enfermedad, o si lo prefiere, o no me defiendas, compadre.
Balance general. Trocada en fiasco la expectativa de las reformas estructurales que auguraban un ingreso al país de 62 mil millones de dólares, aunada a la rigidez en que está ejerciendo el gobierno el gasto de inversión, provocaron una caída dramática en la confianza de los capitales externos en el país. De acuerdo al índice que realiza año con año la firma AT Kearney, México cayó al escalón 19 de un total de 25 países, lo que implica 10 peldaños.
El año pasado estábamos en el nueve.
El primer sitio lo ocupa Estados Unidos, seguido de China y Canadá. Y aunque Brasil cayó del sexto al décimo segundo, sigue en mejor postura que nuestro país.
La medición se ajusta a la opinión de ejecutivos de 504 países basada en naciones que generan más de 90% de la inversión extranjera directa al nivel mundial.
Efecto dominó. Le comentábamos ayer que el Grupo ICA se está deshaciendo de los Certificados de Inversión conocidos como CKD que había colocado en el mercado para financiar algunas de las obras que mantenía en cartera.
La monetización, a precio inferior al de mercado, implica para la compañía constructora la pérdida de garantía dejadas en prenda, es decir los contratos, en su mayoría para carreteras.
Estos apuntan ahora a las administradoras de fondos para el retiro, quienes habían adquirido la mayoría de los papeles.
La pregunta, naturalmente, es si ahora éstos se venderían al mejor postor, o se ubicaría un intermediario por administrarlos. Existen al menos dos emisiones de CKD’s en riesgo de redención por parte de las emisoras, una de ellas del fondo que respalda a la empresa Oro Negro, quien le entró alegremente a la “fiesta” de la reforma energética adquiriendo plataformas marinas cuya mayoría está en desuso.
Bancos en capilla. Colocada en ruta la adopción del esquema denominado Basilea III por el sistema bancario establecido en el país, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores le está exigiendo a las intermediarias con mayor peso en el mercado una capitalización que alcanzaría 45 mil millones de pesos.
Los emplazados son BBVA Bancomer, Banamex, Santander, Banorte, HSBC, Inbursa y Scotiabank. Las siete concentran 80% de la actividad. En el caso del primero deberá crecer en 1.5% su índice de capitalización; en el segundo y tercero 1.2; en el cuarto 0.90; y en el resto 0.60. El nivel actual es de 10.5%.
Chivo expiatorio. La salida de la presidencia de OHL coincidió con la exhibición pública de los estados financieros bajo el esquema autorizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que plantearon un escenario menos favorable para la firma.
Descartados los ingresos inciertos, por más que se trataba de compromisos garantizados en los títulos de concesión de carreteras concesionadas del Estado de México, las ganancias se trocaron en pérdidas.
Sin embargo, resulta excesivo culpar al que fuera Secretario del Patrimonio Nacional en la era lopezportillista de la maniobra, cuya incidencia le provocó una multa a la firma de 71.9 millones de pesos. De Oteyza había asumido el cargo hace 11 años.
Engorda la Concamín. Quien acaba de integrarse a la cúpula industrial es la Asociación Mexicana de Agentes Navieros, en la posibilidad de convertirse en Cámara Empresarial. El organismo encabezado por Felipe Bracamontes Venegas representa una actividad que engloba las 20 líneas que mueven el comercio exterior del país, además de otros 50 navíos en servicio de cruceros, petroleros, quimiqueros o ganaderos. En la ceremonia de afiliación estuvo el secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Saénz.
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