El Proyecto de Investigación Cañada de la Virgen planteó la necesidad de realizar estudios de ADN antiguo para despejar interrogantes luego de los estudios antropométricos y de antropología física a los entierros de “El jerarca” y de "La niña guerrero", que murieron hacia 700 a.C.

En un comunicado del INAH se informó que las indagaciones señalaron la presencia de prognatismo (extensión de la mandíbula), periodontitis, hiperostosis porótica (evidencia de anemia) y una diversidad de lesiones, entre las que destaca una fractura craneal de consecuencias letales; análisis a los que se sumaron pruebas por carbono14.

Las respuestas a las dudas no sólo se hallan en el código genético de dicho personaje, sino también en el de “La niña guerrero”, infante que murió alrededor de los siete años de edad. Al igual que la muerte de “El jerarca”, el deceso de la menor ocurrió hace más de 2 mil 500 años , pero fue enterrada siglos después durante la ocupación de Cañada de la Virgen, con una rica ofrenda compuesta por un cuchillo de obsidiana, además de collares y pendientes hechos con caracoles y concha nácar.

El INAH, a través del proyecto liderado por la arqueóloga Gabriela Zepeda García Moreno, estableció un vínculo con el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav Irapuato), para impulsar el primer estudio genético de uno de los sitios más importantes y mejor estudiado del Catálogo Arqueológico de Guanajuato .

Karla Sandoval Mendoza, investigadora del Langebio , señaló que una de las dificultades para avanzar en este campo ha sido el escaso acceso a las muestras, de ahí la importancia de apoyar la colaboración entre el Langebio y el INAH mediante proyectos avalados por el Consejo de Arqueología de esta institución.

La doctora Karla Sandoval apuntó que la clave en la realización de estudios arqueogenéticos está en las interrogantes que desee despejar el proyecto científico en cuestión. En el caso del corpus osteológico de Cañada de la Virgen, que incluye un total de 19 entierros humanos, una duda esencial es la que entrañan los restos de “El jerarca” y de “La niña guerrero”. Asimismo, se pretende esclarecer el parentesco entre ellos y describir la diversidad genética de los pobladores del sitio.

La investigadora Sandoval explicó que mediante la secuenciación se determina el orden exacto de los pares de bases en un segmento de ADN o el total del genoma (conjunto completo de todas las moléculas de ADN en el núcleo), que en el caso del humano consta de tres billones de pares de bases.

No obstante que las técnicas de secuenciación son estandarizadas, el costo de las mismas es alto, y una dificultad añadida es contar con restos óseos sin contaminación, fragmentados y con una concentración endógena suficiente de ADN para poderlo secuenciar.

En lo que respecta a los 19 entierros procedentes de Cañada de la Virgen, en el Langebio se han extraído muestras principalmente de dientes, a excepción de un hueso de neonato. Todos ellos, incluidos los restos de “El jerarca” y “La niña guerrero”, pasaron por un proceso externo de limpieza, descontaminación y extracción de polvo óseo. A nivel molecular se llevó a cabo la extracción de ADN y la construcción de algunas librerías genómicas.

Dependiendo del estado y porcentaje del ADN endógeno, un primer paso consistirá en la secuenciación del ADN mitocondrial, de esta manera será posible determinar a cuál de los haplogrupos mitocondriales americanos (A, B, C, D y X) pertenecen los restos provenientes del sitio Cañada de la Virgen, y también podrían establecerse filogenias vía materna, detalla la especialista.

nrv

Google News

Noticias según tus intereses