Felipe Ávila

, quien desde el pasado sábado es director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) acepta que fue una situación difícil la que se generó tras el texto en el que Pedro Salmerón llamó “Jóvenes valientes” a los integrantes de la Liga 23 de Septiembre: “hubo una tormenta mediática muy intensa, también hubo muchas presiones de grupos económicos y políticos”. Asegura que a pesar de que esas circunstancias que no se pueden cambiar, lo único que le interesa es “darle continuidad al proyecto”.

En entrevista, el historiador dice que en condiciones ideales no le hubiera gustado llegar a sustituir a su amigo , “yo soy muy amigo de Pedro Salmerón, comenzamos este proyecto juntos, hemos escrito varios libros juntos, tenemos una muy entrañable amistad, que es una amistad que se conserva”, pero dada la situación su compromiso es continuar con el trabajo construido durante esta administración, “este va a ser el propósito de mi gestión”.

Reconoce que el INEHRM es una institución sólida con más de 65 años de labor, y que tras ese problema ocurrido en días pasados, siguen al Instituto con más atención, “había mucha gente que ni siquiera sabía qué hacía el Instituto y eso ahora es un acicate y un reto”.

A la pregunta de si se revisarán con mayor profundidad los contenidos históricos que el INEHRM difunda , Felipe Ávila asegura que el propio Presidente de México llamó ayer a la reconciliación, a la mesura, a la unidad, a hacer a un lado las diferencias y a trabajar con cuidado los temas delicados, “nos hemos percatado que hay temas que siguen siendo muy discutidos, muy polémicos, que siguen polarizando mucho las opiniones y creo que nuestra responsabilidad es tratar de hacer un trabajo incluyente, tolerante, respetuoso y que fortalezca los lazos de identidad nacional”.

El funcionario que hasta el pasado sábado era el director adjunto del INEHRM rechaza que haya cobrado de manera simultánea como funcionario público y como investigador de tiempo completo definitivo en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.

Ofrece como prueba su carta de renuncia a la plaza de investigador de tiempo completo , que dice, tiene fecha de febrero de 2013, y también el finiquito que le dieron en el Instituto de Investigaciones Históricas por los años de trabajo.

Dice que la única relación que mantiene con la UNAM es como profesor de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras donde imparte la materia de Porfirismo y Revolución Mexicana, una clase de una hora a la semana que da los jueves, de 4 a 5 de la tarde.

“Yo renuncié a la plaza que tenía como investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Históricas en 2013, cuando fui invitado a colaborar en el INEHRM, en el 2013; yo presenté mi renuncia, tengo mi carta de renuncia, terminó mi relación laboral de tiempo completo con la Universidad, yo he seguido dando una clase como profesor de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, imparto la materia “Porfirismo y Revolución Mexicana”, es una materia que ni siquiera doy todo el año, la doy nada más en los semestres pares, de febrero a julio de cada ciclo escolar, y ahora que es semestre non, no estoy dando clase”.

Reitera que esa es la única relación laboral que tiene con la UNAM , “la Universidad me paga como 800 pesos quincenales, en los semestres que me toca dar clases”; y dice no saber por qué en la página del Históricas aún aparece la fotografía con su nombre y un asterisco que al final de la página lo señala como miembro inactivo.

Sin embargo dice que eso no significa que pueda regresar a ocupar su plaza cuando deje de ser funcionario público. “No, porque yo renuncie a la plaza, he incluso me dieron mi finiquito por los años que yo había estado trabajando en la Universidad, esa relación de tiempo completo acabó. Tengo mi carta de renuncia de febrero de 2013 que puedo presentar”, afirma.

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