“Nunca hablamos de nuestros clientes”, dice Pierre Rainero, director de Estilo, Imagen y Patrimonio de la casa joyera Cartier.

El mundo del lujo es un espacio donde se procura la discreción, sin embargo, la exposición El diseño de Cartier: un legado vivo, que hoy inaugura el Museo Jumex, abre una ventana para conocer no sólo la historia y el diseño de sus piezas legendarias, sino también a sus poseedores: figuras de la aristocracia, la realeza y estrellas de cine, como la actriz del cine de oro mexicano, María Félix.

Entre las piezas de Félix, que pertenecen a la Colección Cartier —su archivo histórico, que este año celebra su 50 aniversario y se ubica en Ginebra, Suiza—, se exhiben dos cocodrilos, uno de esmeraldas y otro de diamantes amarillos, que pueden fusionarse como un collar , así como una serpiente de diamantes blancos, con los colores de la bandera de México en la parte de abajo, que la mexicana pidió específicamente que se viera como una criatura peligrosa, explicó Renée Frank, jefa de exposiciones de Cartier.

También se muestran un par de aretes de serpiente, así como un cinturón que fue un encargo especial de La Doña, quien proporcionó los pesos mexicanos para que se creara su versión en oro de 18 kilates, para adornar la cinta de cuero negro. Este cinturón es una pieza recién adquirida por la Colección.

Rainero, quien es guardián de la imagen de Cartier y su archivo histórico, cuenta en entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL que será muy difícil que las joyas de María Félix vuelvan a exhibirse en conjunto.

“Las piezas de María Félix será difícil volver a verlas de esta manera, porque es muy raro que se exhiban juntas, porque no todas las exposiciones de Cartier tienen el objetivo de mostrar sus joyas”, afirma Rainero.

Una de las labores de la Colección Cartier es comprar piezas para nutrir el archivo. Sobre si la maison sigue buscando joyas de María Félix, Rainero explica que no buscan poseer todas las joyas de la actriz, sino conseguir las más significativas para resguardarlas en el archivo.

“Depende mucho de las piezas. Por ejemplo, pudimos comprar dos brazaletes de María Félix, con forma de quimeras y hechas de coral esculpido. Pero decidimos sólo quedarnos con uno para el archivo y el otro lo vendimos. No compramos todo, sino las piezas con significado y un brazalete era suficiente. Si encontramos una pieza que sea distintiva al resto de la colección, podríamos comprarla”, dice.

Otra pieza con relevancia para la historia mexicana es un “Mistery Clock”, de 1921, que perteneció a José Yves Limantour, quien fue secretario de Hacienda de Porfirio Díaz. Esta es la primera vez que se exhibe el reloj, que tiene un mecanismo invisible.

“La rica historia de México y la mezcla de las civilizaciones prehispánicas y la española hacen que el país sea un centro de curiosidad para Cartier. Además de eso, los clientes mexicanos son muy importantes para la marca desde inicios del siglo XX y eso se demuestra en la exposición”, declara Rainero sobre la relación entre México y Cartier, que abrió su primera tienda en la Zona Rosa, en 1981.

Las emblemáticas joyas Cartier que fueron de La Doña vuelven a México
Las emblemáticas joyas Cartier que fueron de La Doña vuelven a México
Las emblemáticas joyas Cartier que fueron de La Doña vuelven a México
Las emblemáticas joyas Cartier que fueron de La Doña vuelven a México

Las joyas también son historia

Pero las joyas de estos mexicanos no son las únicas piezas con un fuerte trasfondo histórico. Las 160 piezas exhibidas, entre joyas, objetos decorativos y documentos, dan cuenta de distintos momentos históricos. “La joyería no sólo es para adornar, también es historia”, afirma Mallet.

Un ejemplo es el broche “Ave encerrada”, que fue diseñado por Jeanne Toussaint —quien en 1933 se convirtió en la primera mujer directora creativa— como un símbolo de protesta contra la ocupación alemana en Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. Por ese gesto, la directora creativa había sido convocada por la Gestapo, pero finalmente se libró de ser procesada, por lo que diseñó un segundo broche, que es “Ave liberada”. Este último y los bocetos de los dos broches están en exhibición.

Al inicio de la muestra se puede ver un camafeo hecho para la sobrina nieta de Napoleón Bonaparte, quien fue la primera cliente aristocrática de Cartier. También están un broche de rosa con diamantes, de la princesa Margarita, un broche colorido de un flamenco que fue de Wallis Simpson y un anillo de Barbara Hutton, entre muchas joyas más.

“El valor de estas joyas no radica en lo monetario, sino que en el mercado del arte —porque son objetos artísticos— estas piezas son valuadas en términos de estilo, historia y rareza”, dice Rainero cuando se le pregunta por la joya más costosa.

La exhibición, que privilegia el aspecto del diseño, también dedica una sección al reloj Santos, diseñado especialmente para el piloto brasileño Alberto Santos-Dumont y que se trata del primer reloj de muñeca.

“Cartier fue un pionero en dimensión artística del diseño de joyas. En el siglo XIX todo debía tener una relación con las artes de la época anterior, pero Cartier quiso romper con eso. Esa idea fue muy preciosa en el campo del arte”, indica Rainero, quien agrega que el diseño de joyas es un conjunto de artes aplicadas, mezclada con ingeniería, pues los joyeros que trabajan el metal deben proponer soluciones innovadoras para que las piezas tengan movimiento o puedan transformarse (hay tiara que se puede volver broche y collares que se transforman en brazaletes). Al respecto, Mallet destaca que “el diseño puede ser arte, pero también es una ciencia”.

Arquitectura prehispánica

La museografía corrió a cargo de la arquitecta Frida Escobedo, quien actualmente diseña la nueva ala del Museo Metropolitano de Nueva York. El diseño de las salas toma inspiración de las fotografías que tomó el alemán Josef Albers de las pirámides de Tenayuca (Estado de México), en los años 30. Los muros del espacio oscuro —con la intención de hacer que el ojo se concentre en el detalle, explicó Escobedo—, están cubiertos por mil paneles de concreto hechos a mano. Cada panel pesa 40 kilos y al concluir la muestra, serán reciclados.

La muestra estará abierta hasta el 14 de mayo en el Museo Jumex.

“La rica historia de México y la mezcla de las civilizaciones prehispánicas y la española hacen que el país sea un centro de curiosidad para Cartier”
 - PIERRE RAINERO, drector de Estilo, Imagen y Patrimonio de Cartier

“Las piezas de María Félix será difícil volver a verlas de esta manera, porque es muy raro que se exhiban juntas; no todas las exposiciones de Cartier tienen el objetivo de mostrar sus joyas”

EL DATO

La sobrina nieta de Napoleón Bonaparte fue la primera clienta aristocrática de Cartier.

EL DISEÑO DE CARTIER

  1. La exposición estará abierta al público del 15 de marzo al 14 de mayo.
  2. El boleto de entrada es libre de costo.
  3.  El sábado 18 de marzo, el director del Instituto de Joyería Cartier, Alexandre Auberson, mostrará el arte de la escultura en cera, con un molde de las icónicas piezas de Cartier.
  4. Los domingos 19 y 26 de marzo se hará el taller infantil “Mini domingo: el lenguaje de las piedras”, en el que los niños buscarán piedras “valiosas” y dibujará su propio diseño.
  5. Más información en www.fundacionjumex.org

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