Sorprendió hoy la resolución del Juzgado en lo Civil n°1 de la Ciudad de Buenos Aires de disponer un embargo cautelar sobre los derechos de la obra de Jorge Luis Borges por el cobro de los costos del juicio que María Kodama le había iniciado por plagio al escritor Pablo Katchadjian . Se trata en 880 mil pesos argentinos, equivalentes a 183 mil pesos mexicanos.
Ricardo Straface, abogado de Katchadjian, además de su amigo, mostró en sus redes sociales fragmentos de la resolución en las que se hace notar también que la incautación de los derechos fue comunicada a las editoriales Penguin Random House S.A. y Planeta S.A. El embargo no se trabó, ni llegará a hacerse efectivo, porque se liquidarán antes los honorarios. Para Fernando Soto, abogado de Kodama, la decisión es inexplicable. “El abogado de Katchadjian no intimó nunca el pago –dice Soto-. Se ve que quiere publicidad. Quiere embargar y llamar a los diarios”.
El origen de la causa se remonta a 2009, cuando la editorial Imprenta Argentina de Poesía publicó el libro de Katchadjian "El Aleph engordado". El procedimiento del autor consistía en agregarle palabras o frases al original, es decir, “engordarlo”. A partir de allí, Soto, en representación de Kodama, titular de la propiedad intelectual de la obra de Borges , inició en 2011 una causa por plagio. El abogado de Katchadjian, Straface, había alegado que se trataba de un “experimento literario” y ofreció incluso testimonios de otros escritores y críticos. Eso determinó el inicial sobreseimiento, pero la Cámara de Casación revocó esa decisión y ordenó la continuación del proceso. Por fin, el juez Guillermo Carvajal citó en indagatoria a Katchadjian, lo que derivó en el procesamiento sin prisión preventiva y en un embargo de 80 mil pesos contra el escritor argentino por considerar que su conducta fue apropiarse de la propiedad intelectual de Borges. Finalmente, Katchadjian fue desprocesado.
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La causa de Kodama contra Katchadjian movilizó a escritores argentinos . En su momento, hacia julio de 2015, se realizó en la explanada de la Biblioteca Nacional, con el patrocinio del entonces director Horacio González, un acto de apoyo a Katchadjian con la participación de varios escritores locales, entre ellos César Aira, Jorge Panesi, María Pía López, Claudia Piñeiro, Damián Ríos y Carlos Gamerro. El diario británico The Guardian publicó también un artículo en su defensa.
Lo que debería haber sido ahora un trámite, el pago de las costas judiciales, se convirtió en noticia. Soto cree lo mismo que antes: que Katchadjian obtuvo, si no dinero, por lo menos notoriedad.
fjb