El monitoreo de la propagación de agentes patógenos es fundamental para proteger y prevenir a la población. La llamada Epidemiología basada en Aguas Residuales (EAR) se ha convertido en un eficaz aliado para detectar brotes de virus , es una especie de alerta temprana que permite reconocer la incidencia de una enfermedad .

Para el seguimiento del Covid-19 se convirtió en una herramienta muy útil para detectar la huella genética del virus a través de su concentración en las aguas negras, pero desde hace varias décadas esta estrategia epidemiológica ha servido para seguir controlando la posible aparición de virus ya conocidos, como el caso de la .

En junio, las autoridades británicas detectaron el virus en sus aguas residuales después de 20 años de que la enfermedad fuera erradicada en Europa. El hallazgo se realizó en una planta de aguas residuales en Beckton que funciona para cuatro millones de habitantes y que está ubicada al este de la capital. En Gran Bretaña las tasas de inmunización sobrepasan el 90%, pero en los últimos años han caído al 86%.

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En julio se registró el primer caso de un adulto joven con poliomielitis en EU. En agosto, las aguas residuales de Nueva York arrojaron más información de la presencia circulante del poliovirus. Otras apariciones de preocupación durante el año ocurrieron en Malawi e Israel. En ambos lugares, los últimos casos se habían detectado hace más de 30 años.

El doctor Sarbelio Moreno Espinosa , académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que en México hay un comité para la erradicación de la polio y que de igual forma se realiza el rastreo en el drenaje como un seguimiento epidemiológico intensivo para detectar mutaciones del virus en las aguas negras. “Es muy importante mantener coberturas muy altas de vacunación aunque la enfermedad ya no esté presente. Los países que tienen polio, como Afganistán y Pakistán, o que muestran una presencia intermitente, como Camerún y Nigeria, están en peligro latente; pero en países como el nuestro, donde la poliomelitis ya está erradicada, tampoco se puede bajar la guardia porque puede ocurrir lo que pasó en países desarrollados”.

La incidencia de la poliomielitis a nivel mundial se ha reducido en 99%. En la región de América, la polio se erradicó en 1994, pero los brotes en Nueva York rompieron con esto. En términos epidemiológicos, la eliminación de un agente patógeno significa la reducción a cero de los nuevos casos, mientras que la erradicación implica el cese de toda transmisión de la infección por la extinción del agente en cuestión. Así, la detección del poliovirus en las aguas negras de Nueva York habla de la reaparición y circulación del virus.

Sarbelio Moreno Espinosa
Facultad de Medicina UNAM
En México, hay una cultura muy extendida a favor de la vacunación, pero en los últimos años, un poco debido a la pandemia, han disminuido las coberturas”

La poliomielitis es originada por tres cepas del poliovirus (PV) silvestre o salvaje, un agente patógeno hallado en la naturaleza que se transmite vía fecal-oral y se hospeda y reproduce en el tracto intestinal. Sus características inmunológicas son distintas entre cepas y se nombran con los números 1, 2 y 3. La última está erradicada, mientras la segunda estaría a punto de estarlo y la número 1 se mantiene de manera endémica en Afganistán y Pakistán. En 2020, este último país se convirtió en el epicentro mundial de la poliomielitis con 84 casos. Mientras haya un solo niño infectado, los de los demás países aún corren el riesgo de contraer polio. Según cálculos de la OMS, si no se erradica totalmente en sus últimos reductos, podría reaparecer con hasta 200 mil casos nuevos anuales en 10 años.

La polio es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar una parálisis total en cuestión de horas. Al replicarse produce una infección y su secuela más grave es la parálisis flácida aguda. Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolor en las extremidades. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y del 5% al 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.

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El ABC de las vacunas

El doctor Sarbelio Moreno señala que la cobertura vacunal debe ser del 100% para lograr su desaparición. En nuestro país está erradicada después de que en 1990 se detectara el último caso en Tomatlán, Jalisco. “En México, hay una cultura muy extendida a favor de la vacunación, pero en los últimos años, un poco debido a la pandemia, han disminuido las coberturas, tanto por la falta de disposición de las vacunas hexavalentes (que tienen la de polio), como porque la gente buscó menos este tipo de vacunas”, señala y agrega que, sin embargo, en nuestro país la influencia de los grupos anti vacunas no ha sido sustancial para determinar baja de tasas de vacunación, como sí ha ocurrido en EU y Europa.

Otro reto que subraya Moreno es el cambio de vacuna oral a parenteral. Las dos vacunas frente a la poliomielitis, son la vacuna parenteral de virus inactivados (VPI) y la vacuna oral de virus vivos atenuados (VPO). “Sabemos que la vacuna oral fue fundamental para la erradicación de la polio, pero una de cada tres millones puede ocasionar polio y el problema grave es que muchas de las cepas del polio vacunal pueden revertir su estado de atenuación y mantenerse en reservorios en drenajes y en el intestino de niños inmunizados, que no tienen la enfermedad, pero pueden ser portadores”. El especialista agrega que para atenuar esto también en la actualidad hay una campaña para la eliminación de muestras de heces guardadas.

“En los países donde han habido brotes recientes, lo que sucede es que han bajado sustancialmente las coberturas de vacunación. Por otra parte, todos los procesos de migración de lugares de baja cobertura a sitios de alta cobertura, pueden traer esta enfermedad”. Explica que en México la vacuna que se aplica desde hace 20 años es la parenteral que pasó de tetravalente a pentavalente y en la actualidad funciona como hexavalente que integra, además de polio, difteria, tosferina, tétanos, influenza y hepatitis B. Se aplica a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad.

200mil
casos nuevos anuales
podrían reaparecer según la OMS.

Siguiendo las pautas de la OMS, hasta octubre del año pasado se puso la última vacuna de polio oral , la que se mantuvo durante varias décadas después de erradicada. “Se mantenía la vacuna oral para los días nacionales de vacunación. Se les aplicaba a los niños mayores de un año para cubrir coberturas inconclusas, pero sobre todo con el objetivo de erradicar la polio del ambiente”.

Afirma que la ventaja de la vacuna oral es que se diseminaba vía fecal y al vacunarse un individuo, en cierta forma, se vacunaba a más población por el esparcimiento de esta materia en el ambiente, pero esto se convirtió en un arma de dos filos pues como ya no había polio, el único riesgo es que reapareciera a través de las llamadas cepas vacunales. Por esto la estrategia ahora es no aplicar la oral, pero la protección se mantiene en los esquemas primarios de vacunación que no se pueden descuidar.

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