La NASA

y la ESA han firmado una declaración de intenciones para ofrecerse apoyo mutuo y explorar los conceptos que ambas agencias tienen en Marte para traer muestras de suelo marciano a la Tierra.

El acuerdo ha sido suscrito este 26 de abrile en Berlín por el director de Exploración Humana y Robótica de la ESA , David Parker, y el Administrador Asociado de la NASA para el Consejo de Misiones Científicas, Thomas Zurbuchen.

Las naves espaciales en órbita y en la superficie de Marte han realizado muchos descubrimientos emocionantes, transformando la comprensión del planeta y descubriendo pistas sobre la formación del Sistema Solar , además de ayudar a comprender la Tierra.

El siguiente paso es traer muestras a la Tierra para un análisis detallado en laboratorios sofisticados, donde los resultados pueden verificarse de manera independiente y las muestras pueden volverse a analizar a medida que las técnicas de laboratorio continúan mejorando. Pero realizar esto no es una tarea simple, pues requeriría al menos tres misiones en la Tierra y un lanzamiento de cohete nunca antes realizado desde Marte.

MARS ROVER 2020, DE LA NASA, Y EXOMARS, DE LA ESA

Una primera misión, el Mars Rover 2020 de la NASA , recolectará muestras de superficie en recipientes del tamaño de un bolígrafo mientras explora el planeta rojo. Se llenarán hasta 31 recipientes y se prepararán para una recogida posterior.

En el mismo periodo, el rover ExoMars de la ESA , que también aterrizará en Marte en 2021, perforará hasta dos metros bajo la superficie para buscar evidencia de vida. Una segunda misión con un pequeño explorador de búsqueda aterrizaría cerca y recuperaría las muestras en una operación marciana de búsqueda y rescate. Este rover devolvería las muestras a su módulo de aterrizaje y las colocaría en un pequeño cohete para lanzar el contenedor del tamaño de un balón de fútbol a la órbita de Marte.

Un tercer lanzamiento desde la Tierra proporcionaría una nave espacial enviada para orbitar Marte y reunirse con los contenedores de muestra. Una vez que las muestras se recogen y cargan de manera segura en un vehículo de entrada a la Tierra, la nave espacial volverá a la Tierra y el vehículo aterrizará en Estados Unidos, donde las muestras serán recuperadas y colocadas en cuarentena para su análisis detallado por un equipo de científicos internacionales.

"No hay duda de que para un científico planetario, la posibilidad de traer muestras prístinas y cuidadosamente elegidas del Planeta Rojo de vuelta a la Tierra para su examen utilizando las mejores instalaciones es una perspectiva deliciosa", asegura David Parker, de la ESA, que afirma que reconstruir la historia de Marte y responder a preguntas de su pasado son dos áreas de descubrimiento en las que se avanzará por tal misión.

A su juicio, los desafíos de ir a Marte y regresar demandan que se aborden mediante una asociación comercial e internacional.

Por su parte, Thomas Zurbuchen de la NASA, explica la importancia de traer muestras: "Una muestra proporcionaría un salto crítico en nuestra comprensión del potencial de Marte para albergar vida". Según recuerda, las misiones previas a este planeta revelaron antiguos lechos de ríos y la química correcta que podría haber respaldado la vida microbiana.

Los resultados de los estudios de misión se presentarán en el Consejo de la ESA a nivel ministerial en 2019 para tomar la decisión de continuar desarrollando estas misiones.

jpe

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