El pasado 5 de febrero se presentó una iniciativa de reforma constitucional en materia de vivienda en la que se propone usar los recursos propiedad de los trabajadores que administra el Infonavit de una manera que claramente menoscaba y perjudica el rendimiento que los trabajadores tienen en sus Subcuentas de Vivienda, que en total suma alrededor de 800 mil millones de pesos.

Recordemos que el Infonavit tiene dos mandatos principales de acuerdo a la legislación: el primero es administrar los recursos de los trabajadores que aportan sus patrones a sus Subcuentas de Vivienda individualizadas para darles rendimientos significativos; el segundo es otorgar créditos a los trabajadores para cinco destinos: compra, construcción y mejoramiento de vivienda, compra de terreno y pago de pasivos.

De ser aprobada la propuesta de reforma para que el Infonavit construya vivienda y la dé en arrendamiento en precios menores a los del mercado para luego venderla por debajo del valor de mercado de los inmuebles arrendados tendría consecuencias muy negativas para los trabajadores y explico por qué.

Es irresponsable la idea de dar en arrendamiento vivienda construida por Infonavit por debajo del valor de mercado, es decir, rentarla por menos de lo que se renta una vivienda similar por 10 años y al onceavo otorgar al trabajador la posibilidad de comprar esa misma vivienda igualmente por debajo del valor de mercado de viviendas similares.

Otorgar en arrendamiento y vender por debajo del precio sin duda afectaría de forma directa al rendimiento de las 22.2 millones de Subcuentas de Vivienda de los trabajadores cuyos recursos son propiedad de ellos, no del Infonavit. Esto es una afrenta por parte del instituto y algo insostenible a nivel financiero, ya que de por sí históricamente los rendimientos de las Subcuenta de Vivienda no son admirables.

Ahora bien, el hecho de que se utilicen los recursos de los trabajadores para construir las viviendas también significa que durante el tiempo de construcción ese dinero no va generar rendimientos para los trabajadores. Una vez más, las 22.2 millones de Subcuentas de los trabajadores se verían perjudicadas.

Analicemos otro elemento: al trabajador supuestamente se le “beneficia” con este esquema de arrendamiento, pero en realidad se le amarrará a una vivienda a lo largo de una década, cuando hoy sabemos que las personas en México viven en sus casas por un periodo de ocho años.

Durante ese plazo sus etapas de vida cambian: se independizan, se casan o empiezan a vivir en unión libre, se cambian de ciudad, tienen hijos, se divorcian o separan y eso desde luego trae diferentes necesidades de vivienda que no serán satisfechas si se les obliga a usar la misma por 10 años. Otro inconveniente es que, si el trabajador decide dejar de rentar la casa que rentó antes de llegar a la década, perderá el derecho a comprarla, lo cual es un absurdo.

Consideremos también que esta iniciativa de reforma corre el riesgo de prestarse a manejos perversos al otorgar (o no) en arrendamiento cierta vivienda dependiendo de la filiación política del trabajador, situación que ya hemos visto antes cuando el Infonavit construía viviendas hasta los 90.

Como si todo lo anterior no fuere suficiente, no tengo duda de que ante la falta de pago de la renta por parte de los arrendatarios, con el argumento de “cobranza social” para fines políticos, el Infonavit no desalojaría a los inquilinos morosos causando mayores daños a las Subcuentas de Vivienda de los trabajadores.

Para prender focos rojos adicionales, el hecho que el Infonavit se convierta en un administrador de miles de inmuebles en arrendamiento le costará millones de pesos y ese costo adicional se debe tomar en cuenta porque saldría también de los trabajadores afectando el rendimiento de su patrimonio invertido en el Infonavit.

Por donde lo veamos, esta iniciativa de reforma es una absoluta irresponsabilidad por parte del Infonavit con un claro decremento para el patrimonio de todos los trabajadores que tenemos una Subcuenta de Vivienda.

Francamente me sorprende el tiempo en que se presenta esta propuesta, pues el director general del Infonavit, Carlos Martínez, ha demostrado hasta ahora ser una persona responsable con el patrimonio de millones de trabajadores.

En mi opinión, es muy curioso que la administración de López Obrador que ha olvidado por completo la vivienda básica, que eliminó el subsidio a la vivienda básica y tradicional y que no ha generado ninguna política pública adecuada para el incentivo de la construcción de primeras viviendas en todos los niveles socioeconómicos en todo el país esté generando una propuesta de soluciones al vapor a unos meses de las elecciones más importantes de los últimos tiempos.

Lo que debería de hacer el Ejecutivo, independientemente del color de su partido, es promover la construcción de primera vivienda y el Infonavit debería presionar a las autoridades de cada uno de los estados del país para que faciliten dicha construcción. De ese modo, el instituto tendría más trabajadores a quienes otorgarles créditos y así cumpliría a cabalidad sus objetivos.

El Infonavit sin duda debe mantenerse como una institución auténticamente autónoma y tripartita, con los trabajadores, los patrones y el Gobierno Federal actuando en beneficio de los dueños del dinero: los trabajadores. En lugar de construir y rentar usando esquemas financieros inviables, debería asumir su rol de gran promotor de construcción de primera vivienda para luego financiarla.

Fundador y director general de Tu Hipoteca Fácil, y cofundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad

X: @FernandoSotoHay

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