El trabajo remoto y el cambio de hábitos que trajo la pandemia de modificaron la vestimenta de los trabajadores mexicanos. El zapato ha sido relegado ante el crecimiento en ventas de sneakers o tenis, que registran crecimientos de 30%.

De la mano de esta demanda de artículos, la lujosa avenida Presidente Masaryk, en Polanco, ha vuelto a la actividad después de los meses más complicados de la contingencia sanitaria.

“El hábito de muchas personas cambió con el . La forma de vestir se relajó y también el hecho de estar en casa y ver los lanzamientos [de productos] y cosas que no frenaron fue lo que levantó el ánimo en muchos de los clientes”, dijo el director general de la tienda mexicana multimarca Lust, Camilo Méndez.

El regreso a Masaryk comprende la venta de las grandes marcas que se han mantenido en el gusto de los consumidores, tales como Adidas, Nike, Reebok, Converse y New Era, entre otros 20 grandes jugadores.

“Tenemos un crecimiento y está repuntando. Este sector sobrellevó la pandemia. Un reto fue regresar a tiendas físicas, ya que estamos vendiendo en línea y muchas cosas se agotaban.

“Lo que buscamos en esta apertura es darle al consumidor y al cliente una experiencia diferente, como un lugar de esparcimiento”, explicó.

De acuerdo con la firma de estadísticas de mercado Statista, estima que el valor del mercado mexicano en calzado es de 4 mil 49 millones de dólares, con una proyección de crecimiento de 8.6% hasta 2025.

En esta categoría, el segmento más grande es el de tenis o sneakers, con un volumen de mercado de mil 564 millones esperado al cierre de 2021. De acuerdo con la consultora, en promedio, un mexicano gasta por un par de tenis mil 400 pesos.

Los datos de Statista muestran que en 2021 la categoría alcanzará un valor de 78 mil 594 millones de dólares, un crecimiento de 11% comparado con el cierre del año previo y con buenas perspectivas hacia 2025, cuando se prevé que alcance 102 mil 735 millones.

¿Adiós ropa formal?

El cambio de hábitos en la compra de ropa en medio de la contingencia fueron documentados por las empresas durante los días más complicados del Covid-19.

Firmas como Sanborns resaltaron la caída en la venta de prendas formales, ante un consumidor que optó por la comodidad para trabajar en casa y que dejó la ropa y disparó las adquisiciones de electrónicos y computadoras, entre otros artículos.

“No pasó así en la moda, que se vio afectada por una menor demanda de ropa y calzado formal debido al teletrabajo y no poderse probar las prendas. Tampoco hubo posibilidad de promocionar la perfumería y cosméticos”, explica en su reporte financiero del segundo trimestre de 2021.

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