El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha reducido los vuelos en dos ocasiones para aliviar su saturación, pero tampoco puede transportar menos de 40 millones de pasajeros al año, debido a que se verían comprometidos los ingresos por el cobro de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), cuyo destino es pagar la deuda que dejó la cancelación del proyecto de Texcoco, explica Carlos Velázquez Tiscareño, director general del aeropuerto.
Con la reciente reducción de 52 a 43 vuelos por hora en horarios saturados implementada el pasado 8 de enero, la proyección es que el tráfico baje a 46 millones de viajeros en 2024, da a conocer en entrevista con EL UNIVERSAL.
Los registros del Benito Juárez indican que sus instalaciones atendieron a 48.4 millones de pasajeros a lo largo de 2023, aun por debajo del pico de 50.3 millones que alcanzó en 2019, antes de la pandemia.
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“Esperamos que esta nueva reducción funcione y podamos hablar de, por lo menos, 46 millones este año. Sí se está viendo [la reducción de operaciones], los locatarios que tienen negocios aquí ya nos dijeron que están bajando sus ventas. Ese es un indicador”, dice el vicealmirante retirado de la Marina.
Sin embargo, reconoce que el aeropuerto capitalino está obligado a recibir al menos 40 millones de personas al año.
“No podemos bajar mucho. Nosotros tenemos un límite hacia abajo de 40 millones de pasajeros, no podemos tener menos porque esa es la cuota que tenemos que dar de la TUA.
“Este ingreso bajó cuando fue la pandemia y Hacienda nos tuvo que prestar dinero para cubrir el pago de la TUA. Todo lo que sea arriba de 40 millones de pasajeros son excedentes, porque ya cubrimos la cuota. De esos excedentes, se forma la reserva que tiene el fideicomiso para poder recomprar bonos y nos regresan un dinero cada año”, detalla Velázquez.
En 2022, el Benito Juárez transfirió 11 mil 543 millones de pesos al fideicomiso encargado de pagar los bonos que financiaban la construcción del proyecto de Texcoco, señalan sus estados financieros.
Este año, el principal aeropuerto del país cuenta con 975 millones de pesos que le regresaron por excedentes de la TUA, ya que en 2023 recibió más de 40 millones de viajeros. Además de los mil 500 millones de pesos del presupuesto federal.
El AIFA está limitado
El director del AICM explica que tampoco pueden reducir demasiado el número de vuelos en la Ciudad de México, porque el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) no puede soportar más de 6 millones de pasajeros al año en las condiciones actuales.
El año pasado, la terminal de Santa Lucía atendió sólo a 2.6 millones de personas, tras mover 912 mil en 2022.
“Nosotros esperamos que el AIFA suba cuando haya buena conectividad, y que haya absorbido muchos de los slots [horarios de despegue y aterrizaje] que nosotros dejamos con la reducción.
“Habrá algún momento donde nosotros retomemos hacia arriba los slots, porque el AIFA no tiene mucha capacidad. Cuenta con 18 posiciones de contacto y nosotros 107. Si yo dijera: ‘Te voy a mandar 8 millones de pasajeros anuales’, no tiene dónde meterlos”, destaca Velázquez.
Por tanto, se busca balancear el tráfico de pasajeros entre AICM, AIFA y aeropuerto de Toluca. “Se trata de que funcione el Sistema Aeroportuario del Valle de México”.
Aún no sabe si se implementará en el aeropuerto capitalino una tercera reducción de operaciones en los próximos meses, pues es una decisión que involucra a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), señala.
Seguridad, la prioridad
Con el presupuesto federal y los excedentes de la TUA, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez invertirá en infraestructura, pero principalmente en seguridad.
Se colocará concreto en plataformas y calles de rodaje para reducir baches; se están renovando los Rayos X de los puntos de inspección; se cambiarán 30 arcos detectores, con lo que se pretende eliminar las dobles o triples inspecciones en rutas donde hay mucho trasiego de droga como Japón o Madrid.
También se están cambiando todas las escaleras eléctricas y los elevadores, los detectores de explosivos y se colocarán sistemas antidrones. “Vamos a invertir demasiado dinero en seguridad”, destaca el director del aeropuerto de la Ciudad de México.
El Benito Juárez también está cobrando adeudos que los locatarios, taxistas y aerolíneas como Interjet y Aeromar tienen con la administración para hacerse de más recursos, pero son procesos judiciales que toman tiempo.