¿Cómo lograr ser disciplinado? Creo que la disciplina más que ser un aspecto favorable de una persona es un estilo de vida que se logra a base de trabajo y al principio de un poco de sacrificio. No es algo que se logre de la noche a la mañana sino en cada mañana al despertar levantarse y hacer lo que uno se propuso el día anterior. 

A mi me ha costado muchos años de lucha (conmigo) para lograr ser disciplinada, entre frustraciones, autoinsultos, autocastigos, falsas recompensas, tantas promesas los domingos en la tarde para empezar el lunes en la mañana, despertar con tal carga sobre los hombros que lo único que podía hacer era cerrar los ojos e intentar dormir otro rato. Por supuesto con una culpa tremenda por haberme fallado una vez más pero con la esperanza de que lunes hay muchos. Y aquí quiero exponer un factor muy importante para no lograr el inicio de la disciplina, el futuro. Hoy me atasco, mañana empiezo. Hoy estoy cansada, mañana empiezo. Hoy tengo estrés, mañana empiezo. Hoy no tengo ganas, mañana empiezo. Y así la lista de pretextos se hace infinita así como la frustración se hace más grande. El mirar hacia el futuro no tiene nada de malo, el problema es cuando se quiere llegar ahí por arte de magia, como ejemplo es querer bajar 20 kilos de manera rápida cuando no tenemos buenos hábitos de alimentación. Primero hay que plantarnos en el presente, aprender a comer y poco a poco ir avanzando hacia la meta. Lo que usualmente sucede es que a la semana ya queremos haber bajado unos kilos y al ver que no sucede nos desilusionamos y cada vez nos cuesta más volver a comenzar. Lo mismo pasa con los resultados lentos del ejercicio, los conocimientos adquiridos, crecimiento espiritual y todo lo que implique soportar un proceso y una curva de aprendizaje. 

Los resultados sólo se podrán obtener a través de un trabajo diario y a conciencia, y considero importante no imprimir expectativas en lo inmediato porque lo inmediato no sucede casi nunca y resulta ser la principal razón por la cual se abandona la tarea. Otro factor que ayuda a la disciplina que va de la mano con lo anterior es estar en el presente, para correr 5 kilómetros primero se tiene que dar un paso y luego otro, no se corren de un salto. Si nos concentramos en el esfuerzo del momento en el momento independientemente de los resultados la sensación que se quedará es de satisfacción. También desde luego habrá días malos que sin razones aparentes causarán estragos y sobre todo nos harán perder motivación, para esos sólo queda aceptarlos, habrán los que se puedan combatir con un sobre esfuerzo y otros serán los que se dejen pasar. Creo que los días malos o los días que más trabajo cuestan son los que más aprendizaje llevan, y si los usamos a nuestro favor serán de los que más fortalezcan la voluntad. 

Mucha gente piensa que la disciplina es una cuestión de fuerza de voluntad, quizá para algunos casos sí necesitemos emplear la fuerza, pero creo firmemente que la disciplina no se logra a base de fuerza sino a base de convicción real. Podremos pararnos de la cama cinco veces basándonos en la fuerza pero eventualmente esta fallará, lo que no se rompe es QUERER levantarse. Para esto debemos encontrar algo que no sólo nos haga bien sino que también nos guste y hacer uso de la buena voluntad. Lo que sí es un hecho es que el posible sufrimiento que implica empezar siempre será menor al sufrimiento que causa no hacerlo. 

Twitter @reginakuri

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