La saturación del sistema de salud afecta de manera importante la calidad de la atención y dificulta el cuidado de emergencias obstétricas. En respuesta, algunos países han comenzado a apostar por la redistribución de los partos sin complicaciones hacia el primer nivel de atención, garantizando la referencia de casos complicados cuando así́ lo ameriten, e incluyendo a profesionales de nivel medio —como enfermeras obstétricas— para la atención obstétrica desde las etapas preconcepciones, pasando por el embarazo, el parto y el puerperio.
Por lo tanto, han comenzado a mirar la importancia de formar parteras profesionales así́ como enfermeras obstétricas entre el personal capacitado para la atención obstétrica. En efecto, de acuerdo con un reporte publicado en 2014 por el Fondo de Población de Naciones Unidas, la OMS y la Confederación Internacional de Matronas, las parteras que cuentan con la educación y la reglamentación adecuadas conforme a las normas internacionales pueden proporcionar los servicios esenciales de atención requeridos por mujeres embarazadas y recién nacidos.
No obstante la falta de reconocimiento, en México existen alrededor de 15 mil parteras tradicionales. De acuerdo con información del Centro Nacional de Equidad de Genero y Salud Reproductiva, en octubre de 2013 había 23 parteras técnicas contratadas en hospitales de Guerrero (9), Veracruz (5), San Luis Potosí́ (5), Puebla (3) y Tabasco (1). Por otro lado, de acuerdo con el Fondo de Población para las Naciones Unidas, en la actualidad existen en México 78 parteras profesionales oficialmente registradas. Aunque esto representa un comienzo importante, persisten grandes retos relacionados con la atención obstétrica y la partería, como la falta de claridad en el marco jurídico respecto a la acreditación y capacitación de parteras, la falta de reconocimiento del valor de la partería tradicional —en especial en las comunidades donde existen importantes barreras para acceder a los servicios formales de salud—, y la reticencia por parte del gremio medico para la inclusión de personal de nivel medio capacitado para la atención del embarazo, parto y puerperio.
A pesar de que el proyecto de revisión de la NOM007 hace referencia a la importancia de la partería en la atención de las mujeres embarazadas y los recién nacidos, el Programa de Acción Especifico de Salud Materna y Perinatal 2013-2018 no hace mención especifica a la partería ni a la necesidad de incluir personal de nivel medio y capacitado en la atención obstétrica como estrategia para reducir la muerte materna en el país. Es decir, el Programa mantiene una visión limitada de la atención obstétrica y no pro- mueve la inclusión de prestadores de servicios calificados alternos a los médicos, como las parteras profesionales o las enfermeras obstetras, que permita responder a la alta demanda y la falta de calidad de dichos servicios en el país. Esta omisión, en el marco de la enorme deuda del Estado mexicano para la reducción de la muerte materna, es una clara muestra de la urgente necesidad de un dialogo informado sobre el papel que puede cumplir la integración de personal de nivel medio en la atención obstétrica en México. Con mayor énfasis en este 5 de mayo, Día Internacional de la Partera.
“La partería en México tiene gran arraigo en muchas regiones del país por sus conocimientos y prácticas altamente confiables”, aseguró Regina Tamés, directora general de GIRE, organización coordinadora de la iniciativa Parteras de Hoy, que fue presentada en víspera del día internacional de la partería y en la que participan más de veinte organizaciones civiles dedicadas a la práctica, promoción y enseñanza de la partería en México.
Parteras de Hoy es una iniciativa que tiene como fin informar a todas las mujeres y sus familias sobre la práctica actual de la partería, sus beneficios y ventajas para ellas y sus bebés, rompiendo los mitos que hay sobre este tema. La campaña se difundirá a través de la página web www.parterasdehoy.org, así como del Facebook con el mismo nombre, durante los siguientes meses con el objetivo de que las mujeres conozcan una alternativa de atención profesional y personalizada para su embarazo.