Por Demian Chávez*

¿Quién no ha ido con los suegros y le han mostrado las fotos de nuestra pareja cuando eran bebés y por si fuera poco: desnudos?. Muchísimas veces nos hemos preguntado quienes son las personas que aparecen en los cuadros de fotos blanco y negro o a color desteñidas. Y no sólo quiénes son, ¿porqué forman parte importante de nuestra historia?, ¿porqué son importantes para la historia de los otros y que debemos hacer para que las imágenes no desaparezcan de nuestras manos y de nuestra memoria?.

Recientemente haciendo un trabajo de investigación con la periodista Rocio G. Benítez, a propósito de los festejos del Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917; nos llevó la sorpresa de encontrar en el Archivo General del Estado (edificio que en 1916 y hasta 1917 fuera el Palacio de Gobierno donde Venustiano Carranza había transladado la sede el país) una interesante colección de imágenes donadas que pertenecieron al general Federico Montes.

Estas imágenes que se cuentan por cientos entre impresos, negativos de 35 mm, película de formato medio, impresiones minúsculas, contactos, impresiones en diferentes tamaños; recorren varias historias, desde la campaña del general Lázaro Cárdenas, la misma campaña política del general Montes, vistas de Carranza, fotos clásicas conocidas de Madero así como una película peculiar imagen dedicada a Montes por el entonces general Fulgencio Batista.

Sin embargo, el grado de conservación, almacenamiento, no es precisamente el adecuado por dos razones. Por un lado la falta de presupuesto en las instituciones que resguardan nuestra memoria histórica, pero por otro lado la falta de disciplina para almacenar estos materiales en nuestras casas. Muchas veces guardamos las fotografías en pegajosos álbumes que después terminarían manchando esos documentos por su corrosivo material adherente, juntar las fotos en cajas de zapatos o sobres, tampoco era la mejor forma. Quizás porque el objeto fotográfico también se vuelve un objeto cotidiano del que creemos que nos durará una eternidad.

La búsqueda periodística que tuvo con resultados interesantes historias, nos dimos cuenta que estas grandes colecciones que se resguardan en las casas no necesariamente están en las mejores manos y quizás hasta en peligro de perderse.

Hemos conocido historias en las que las los abuelos terminan desechando las fotografías como si con ello terminaran con un lastre de su vida. Sin darse cuenta que las fotografías forman parte del árbol genealógico de todas y todos.

En este monumental archivo del General Montes se pueden identificar algunos de los autores como Casasola, Foto Mayo, Muñoz, Melitón, y está en el mejor de los momentos para estudiado, catalogado, conservado a propósito del centenario de la promulgación de la Constitución política de 1917. Justo ahora que estamos de fiesta valdría la pena invertir más en investigación para publicar y dejar una huella para quienes en el futuro deseen invertir tiempo en conocer el pasado de la nación.

Demian Chávez*

Fotoperiodista y académico mexicano

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