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La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte del Senado, Marcela Guerra Castillo (PRI), señala que en defensa de los derechos de los connacionales en riesgo de deportación en Estados Unidos, la Cámara Alta y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) enlazarán esfuerzos, y junto con la Cancillería impulsarán un catálogo de medidas que den certeza a los migrantes y sus familias.
Informa que el Senado abrirá un foro de carácter nacional sobre las implicaciones de la construcción del muro fronterizo, del que surgirán advertencias sobre las consecuencias nocivas en todos los órdenes de ese proyecto de Donald Trump.
Plantea que el análisis del impacto en la región fronteriza será detallado sobre las afectaciones al medio ambiente, a la sobrevivencia de especies de flora y fauna, y los resultados serán insumos para la Cancillería en su diálogo bilateral con Washington.
La coyuntura abierta por Trump ha colocado al Senado en una postura, sin antecedente, de acompañamiento a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en la agenda amplia que tiene establecida México, en la que destacan junto con los asuntos migratorios, los temas de comercio, inversión y seguridad, detalla la priísta regiomontana.
¿Qué acciones tiene cuajadas el Senado en el contexto de dar acompañamiento a la SRE?
—Es un acompañamiento institucional con el propósito de que sea efectiva una serie de acciones para la protección de los derechos de nuestros connacionales, a través de los 50 consulados.
¿Tiene el Senado propósitos comunes con el ómbudsman?
—La voluntad es de unir esfuerzos con la CNDH y su presidente, Luis Raúl González Pérez; vendrá el miércoles a presentar un plan para prevenir y salvaguardar los derechos humanos y patrimoniales de los mexicanos, frente a una deportación: qué hacer en un caso de detención; qué medidas es prudente tomar desde ahora, cuando se tiene familia nacida en Estados Unidos, un patrimonio, una pareja.
Hemos dicho que la estrategia es tener un plan, y en esto unimos esfuerzos el Senado, la Comisión América del Norte y la CNDH. Nos proponemos dar una amplia difusión a las medidas de protección de los connacionales.
¿Acciones preventivas y certezas legales para los connacionales?
—Es muy importante difundir lo que se va a dar a conocer el próximo miércoles, por parte del ómbudsman y la Comisión América del Norte para que el mayor número de mexicanos puedan acceder a la información que les dará certeza jurídica y sepan cuáles son sus derechos y alternativas, y con ello puedan estar más tranquilos.
¿Cuál es el programa de visitas a Estados Unidos?
—Habrá cuatro viajes en fechas próximas a Washington; en Texas, a Houston, Dallas y Austin; Nueva York y Filadelfia, así como Chicago. Antes, fuimos a California y Arizona.
¿El libre comercio y su futuro, ocupa al Senado?
—De igual forma, daremos acompañamiento al equipo negociador mexicano. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es la columna vertebral de la relación estrecha con Estados Unidos y Canadá. Y sólo con el país vecino es amplio el número de estados en que México ocupa el primer lugar de socio comercial o el segundo. Vamos por un buen entendimiento.
¿Hasta dónde se involucrará el Senado en la negociación?
—No podemos ser juez y parte. Daremos acompañamiento, conoceremos los planteamientos del equipo negociador y de los sectores participantes en el Cuarto de Junto, que ya hablan de incorporar capítulos, como el comercio electrónico, derechos de autor en usos de patentes. En energía, profundizar, los yacimientos transfronterizos se pueden incluir.
¿El medio ambiente se alterará con el muro fronterizo?
—Hay un corredor biológico que se verá afectado. Hay migraciones de especies, y si bien, la mariposa monarca y las aves pasan volando, no es así con todas las especies de flora y fauna, y con el agua. Hay que evaluar el impacto de la construcción del muro.
¿Qué instancia convocará?
—El Senado va a hacer la convocatoria y nosotros, en la Comisión América del Norte, vamos a instrumentar la discusión de los sectores para ver todo lo que implica la construcción del muro en el medio ambiente, en las cadenas de valor productivo, en los corredores regionales y, sobre todo, en el estado de ánimo, en la identidad.
Serán llamados intelectuales, académicos, funcionarios públicos, políticos; incluso, hay que decir que es el momento de reactivar la Conferencia de Gobernadores Fronterizos que ha estado apagada. Pediremos a la Cancillería que promueva estos encuentros.
¿Se prevé revisar la afectación en la frontera para pueblos originarios?
—Va a haber afectaciones y no sabemos de qué tamaño para la comunidad de pápagos, en Sonora, y en Arizona la etnia tohono O’odham, que tienen territorio desde antes de la pérdida con Estados Unidos por parte de México. Se tendrá que hacer un control de daños.
¿El Senado establece vínculos entre sectores y actores en México ante la coyuntura generada por el gobierno de Trump?
—Buscar más aliados es la verdadera unidad nacional. Es importante reactivar la conferencia de gobernadores fronterizos; sumar al ómbudsman con el Senado y trabajar nosotros en unidad, más allá de los colores partidarios —la Operación Monarca da cuenta de ello—, permitirá aportar en apoyo de los connacionales en Estados Unidos, en la amplia gama de intereses que tienen establecidos.