Para el PRD la salida del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens en 2017, no sólo es por invitación para ocupar un cargo internacional, sino producto de que se avecina una crisis y continúan las pugnas en el gabinete.
El secretario de Acción Política Estratégica del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, planteó que “es indudable que la mala conducción económica del país ha obligado a la renuncia del funcionario y a pesar de que él lo niega, existen indicios que se avecina una profunda crisis”.
Consideró que se debe una explicación sobre la renuncia de Carstens a la junta de gobierno del BM “y que aclare por qué Luis Videgaray continúa operando en la Secretaría de Hacienda” pues esto pone en evidencia pugnas internas en el gabinete económico.
Sánchez Camacho, dijo que el "pésimo" rumbo económico de México es también consecuencia "de los pleitos al interior del grupo económico del presidente Enrique Peña Nieto".
Expresó que el panorama económico del país se ensombrece por el "endeudamiento imparable", que alcanzó ya los 9.66 billones de pesos, aumento de 54 % más del monto que heredó el gobierno de Felipe Calderón pues dejó una deuda de 5.9 billones de pesos.