Más Información
carina.garcia@eluniversal.com.mx
Por unanimidad, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificaron el modelo de tramitación de credencial para votar en el extranjero, con lo que se maximizó el derecho de millones de connacionales que viven en el exterior a contar con su mica y eventualmente votar en las elecciones presidenciales de 2018.
El modelo, según el cual en consulados de México en el mundo se tramita y luego se realiza la entrega en domicilio, a través de una empresa de paquetería, es seguro, concluyeron los magistrados, y obligar a los ciudadanos a recoger su mica en el lugar en donde la solicitaron dificultaría el ejercicio de sus derechos.
También descartaron —como denunció el PAN— que durante la tramitación, la Cancillería pueda conservar de manera irregular datos personales e información sensible de los ciudadanos, pues éstos sólo están a la vista para su envío digitalizado al Registro Federal de Electores (RFE) del Instituto Nacional Electoral (INE).
“La labor de la Cancillería se concreta a la recepción de solicitudes, documentación e información, así como al cotejo y digitalización para su envío”, establecieron los magistrados. “No puede disponer para fines propios de esa información, tampoco podrá difundirla, distribuirla o concederla a terceros”.
El magistrado presidente, Constancio Carrasco, expuso que no es ninguna concesión el derecho del voto de los mexicanos en el extranjero, y era una deuda mínima que tenía el Estado mexicano con quienes han salido del país.
Así, con el modelo acordado por el INE para gestionar y entregar las micas fuera del territorio nacional, se garantizó el derecho político de los connacionales en el extranjero para que puedan sufragar.
El INE asegura que los mexicanos que residen en otros países pueden sufragar, al garantizar que la mica les sea entregada en el domicilio que registren al tramitar su credencial, que esta entrega sea personal, que en caso de no hallárseles en esa dirección sean buscados de nuevo o, en el último caso, que los connacionales se trasladen a los consulados o embajadas para recoger su tarjeta.
