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A lo largo de sus 25 años de existencia como instituto político y bajo un único líder, Alberto Anaya, el Partido del Trabajo (PT) nunca se distinguió por grandes resultados electorales en los comicios.

En el histórico de las votaciones federales, en su mayoría, el partido de la estrella ha estado por debajo de 3% de la votación total, pero hasta antes de 2014 había conservado su registro dado que las leyes electorales permitían a los partidos seguir registrados con una votación mínima de 2%.

Después de 2014, tras la reforma político-electoral, las reglas cambiaron y se aumentó de 2% a 3% el porcentaje mínimo de votos requeridos a los partidos políticos para conservar su registro. Esto significó la tumba para el Partido del Trabajo.

Mal comienzo. La historia del partido rojo comenzó mal. En su primera aparición en las boletas electorales perdió su registro. Fue la elección a diputados federales de 1991 cuando el PT únicamente obtuvo 270 mil votos, es decir, 1.5% de la votación total y no le alcanzó el 2% necesario para amarrar el registro junto a los otros nueve partidos políticos que compitieron en esa contienda.

A partir de su primera pérdida de registro, el PT comenzó una intensa campaña para recobrarlo. El 13 de enero de 1992 logró recuperarse al realizar 20 asambleas estatales con el apoyo de organizaciones como el Comité de Defensa Popular de Chihuahua y Durango; Frente Popular de Lucha de Zacatecas; Frente Popular Tierra y Libertad de Monterrey, así como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA); la Coordinadora Nacional Plan de Ayala y del movimiento magisterial independiente.

Tras recuperar su registro, el PT pudo participar en las elecciones presidenciales de 1994 con la candidata Cecilia Soto. Sin embargo, tuvo un pobre resultado con sólo 2.75% de la votación, es decir, 970 mil 121 votos.

Tres años después, en la elección para diputados federales de 1997, el partido disminuyó su votación al recibir 2.51%, 756 mil 125 sufragios.

En la presidencial de 2000, el PT se alió con PRD y Convergencia para impulsar a Cuauhtémoc Cárdenas. Entre los tres partidos lograron 6 millones 256 mil 780 votos, 16.64%, pero no fue suficiente para llegar a la silla presidencial. En los comicios de 2003, para diputados federales, el PT siguió estancado en sus resultados al obtener 2.40%, 642 mil 290 votos.

En las dos veces que Andrés Manuel López Obrador se lanzó a la Presidencia de la República (2006 y 2012), el PT lo apoyó con una alianza de izquierdas y sus votos se conjugaron con los del PRD y Convergencia. La intermedia de 2009 para diputados federales, con el impulso del político de Tabasco, fue la primera vez que el partido de la estrella superó el millón de votos. Recibió 3.66%, es decir, un millón 268 mil 867 sufragios.

En las votaciones del 7 de junio pasado, los petistas no pudieron superar 3% de la votación, a pesar de obtener un millón 134 mil 447 votos.

En cuanto a municipios gobernados, el Partido del Trabajo únicamente tiene 57 a lo largo y ancho del país, con una población gobernada de un millón 73 mil 261, según datos del propio instituto político.

Un partido millonario. Encabezados por su eterno presidente, Alberto Anaya, el 8 de diciembre de 1990 se funda el Partido del Trabajo. El auditorio principal del Plan Sexenal de la ciudad de México fue el escenario donde se escuchó por primera vez un grito al unísono de su lema: “Unidad popular. ¡Todo el poder al pueblo!”.

Luego de 25 años, el PT tiene acumulados bienes muebles e inmuebles que suman 130 millones de pesos. Tras perder su registro por obtener menos de 3% de la votación, entrará a una etapa de fiscalización de sus recursos que podrían ser adjudicados a la Federación.

Un interventor fiscalizará los recursos y asegurará una liquidación total con proveedores y trabajadores.

jram

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