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Políticas y activistas mexicanas manifestaron su solidaridad a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y consideraron que el proceso de juicio político que enfrenta es “violencia política de género”.

A siete días de que el Senado brasileño vote la solicitud de “impeachment” (juicio político) contra Rousseff, un grupo de mujeres, representadas por la perredista y secretaria del Trabajo de la Ciudad de México, Amalia García, y su hija la diputada federal de Movimiento Ciudadano Claudia Corichi se reunieron con el embajador de ese país en México, Enio Cordeiro.

En la reunión, las mujeres le entregaron una carta al embajador, dirigida a los senadores de Brasil y a Dilma Rousseff, en la que exigen frenar dicho proceso, el cual calificaron como “golpe de Estado” y “brutal violencia”.

“Lamentamos mucho que una vez que ella llegó a la presidencia [de Brasil], resultado del voto de millones de mujeres y hombres, se ha iniciado un procedimiento que nunca se utilizó como argumento para intentar destituir a ningún presidente hombre. Consideramos que muchas mujeres nos sentimos agraviadas”, dijo García Medina al inicio de la reunión.

Explicó que muchas mujeres en su calidad de ciudadanas y no de integrantes de partidos, incluyéndola a ella y a las firmantes, se sienten indignadas por la violencia política de género de la que, dijo, Rousseff está siendo víctima.

“Nos impactó saber que el actual gobierno disminuyó los derechos humanos en su mínima expresión, queremos expresar nuestra solidaridad con la presidenta Rousseff”, señaló García.

Al término del encuentro, explicó que el documento, que fue firmado por 48 mujeres será enviado a los senadores brasileños y a Dilma antes del 25 de agosto, que es cuando el tema será discutido en el Congreso de ese país.

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