El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió ayer que no descarta la firma de un nuevo decreto sobre migración, ante el bloqueo judicial a la medida que firmó hace dos semanas.

“La parte más lamentable es que hay un plazo legal, pero ganaremos esta batalla. Tenemos muchas opciones, incluyendo simplemente firmar un nueva orden” ejecutiva, explicó el mandatario un día después de que la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito (con sede en San Francisco, California), decidiera mantener la suspensión sobre el decreto presidencial que hace una semana causó conmoción en el país al vetar el ingreso de refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.

Consultado sobre si planea decretar una nueva orden, Trump dijo que “muy bien podría ser”. “Necesitamos actuar con rapidez por razones de seguridad, de forma que muy bien podría hacerse”, apuntó.

En cualquier escenario, dijo, el país se dedicará a los “chequeos extremados” para inmigrantes y refugiados de los siete países incluidos en su polémico decreto: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

“Vamos a fortalecer la seguridad. Vamos a permitir la entrada de gente a nuestro país que venga por buenas razones”, comentó. “Lo verán en algún momento de la próxima semana”, señaló.

El jefe del gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo a la prensa que la presidencia está “repasando todas nuestras opciones en el sistema judicial”, dejando así abierta la posibilidad de llevar el caso del decreto hasta la Suprema Corte. El jueves, el magnate había tuiteado “nos vemos en los tribunales”, tras la decisión de la Corte de Apelaciones de mantener la suspensión al veto.

El fiscal general Jeff Sessions fue informado del tema. Entre las opciones que se barajan, además de emitir una nueva orden o llevar el caso al máximo tribunal está la de recurrir a cortes menores, esperando que alguna falle a favor de Trump. Otro funcionario de la Casa Blanca dijo: “Estamos considerando activamente cambios u otras órdenes ejecutivas que mantengan a nuestro país a salvo del terrorismo”.

El dictamen del jueves sólo definió mantener la decisión del juez distrital James Robart, de Seattle, quien el 3 de febrero suspendió el decreto de Trump, pero no resolvió demandas presentadas por los estados de Washington y Minesota, que argumentan que la prohibición viola las protecciones constitucionales contra la discriminación religiosa. En Virginia, abogados estatales argumentaron en la corte que la política de Trump “es resultado de la antipatía hacia los musulmanes”.

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