Roma.— El juicio en primera instancia abierto en Italia contra 27 ex militares de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay por la muerte de italianos en el Plan Cóndor entre las décadas de 1970 y 1980 acabó ayer con la absolución de la mayoría de los imputados.

La presidenta de la III Corte Penal de Roma, Evelina Canale, pronunció su veredicto, con el que condenó a cadena perpetua a ocho militares de las juntas dictatoriales de dichos países pero absolvió a 19 acusados, incluyendo 13 ex militares uruguayos y el peruano Martín Martínez Garay, suscitando la decepción entre los acusadores.

Entre los procesados en ausencia y sentenciados a cadena perpetua están el ex presidente boliviano Luis García Meza Tejada —quien cumple una condena de 30 años en su país—, el ex mandatario peruano Francisco Morales Bermúdez (de 95 años), dos ex mandos militares chilenos y un político uruguayo.

El fiscal Gianluca Capaldo dijo que, una vez que se agoten las apelaciones, Italia tratará de que los imputados cumplan las sentencias en sus respectivos países, donde algunos ya están encarcelados o bajo arresto domiciliario. El de ayer fue el primer fallo de la Justicia italiana en relación a la existencia del Plan Cóndor, ideado por el general chileno Augusto Pinochet y que coordinó la represión de la oposición política en las décadas de 1970 y 1980 por parte, sobre todo, de los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

“Esta claro que el Plan Cóndor existió y fue una conspiración criminal, dijo la fiscal Tiziana Cugini. “Es muy significativo, especialmente dado que los jefes de Estado de ese momento fueron condenados”, añadió. Bajo la ley italiana, los magistrados pueden investigar la muerte de ciudadanos del país en el extranjero.

La investigación italiana por el asesinato de sus ciudadanos comenzó en 1999. El juicio se prolongó ocho años.

Patrizia Sacco, de Amnistía Internacional, que dio seguimiento al juicio, declinó comentar, a la espera del veredicto escrito de los jueces, pero reconoció que “es muy difícil enjuiciar a gente acusada de delitos cometidos hace mucho tiempo”.

Georgina Cabrera, una chilena que dijo era una activista de la oposición durante el régimen militar del presidente Augusto Pinochet, lloró al conocer el fallo y lo consideró una “bofetada” a la humanidad. “En nuestros países no obtuvimos justicia y esperábamos conseguirla aquí”, dijo Cabrera. “Pero este veredicto es doloroso”.

Google News

Noticias según tus intereses