Los agentes de policía en Dallas usarán mejor equipo de protección y adoptarán una postura más firme en las protestas, tras la emboscada del pasado 7 de julio, que causó la muerte de cinco oficiales e hirió a otros nueve.
El jefe de policía de Dallas, David Brown, dijo que como medida de seguridad los agentes usarán más equipos de protección y serán más estrictos para mantener a las multitudes fuera de las calles, en especial en el centro de la ciudad, lo que implica riesgos para las multitudes.
En el centro de la ciudad, “hay una gran cantidad de edificios altos para alguien que quisiera hacernos daño, así que tenemos que planificar realmente para proteger a nuestros agentes un poco más”, dijo Brown.
El mes pasado, todos los agentes llevaban chalecos protectores cuando el francotirador Micah Johnson disparó sobre ellos, sin embargo, fue insuficiente para proteger sus vidas.
“Todos nuestros agentes tenían puestos sus chalecos antibalas, que no detiene el tipo de balas del arma que el sospechoso tenía”, dijo Brown.
Describió el arma como una “muy popular” para los tiradores activos. El Departamento de Policía de Dallas ha ordenado 205 nuevas placas, chalecos y cascos capaces de detener balas de fusil en respuesta a la emboscada.
Brown señaló que la investigación sobre el tiroteo continúa y se espera que se prolongue por al menos seis meses más. Brown informó que los detectives han entrevistado a más de 300 testigos hasta el momento.
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