El gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, cuestionó hoy que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, haya rechazado declarar el "estado de emergencia" en la región tras la matanza de 49 personas en un tiroteo en Orlando.
"Es increíblemente decepcionante que el Gobierno de Obama negara nuestra solicitud", señaló hoy en un comunicado Scott.
Florida había solicitado al Gobierno federal declarar la emergencia, lo cual les permitiría usar unos cinco millones de dólares de las arcas federales para ayudar a sufragar los gastos de las autoridades policiales y los cuerpos de emergencias.
El gobernador señaló que el Gobierno federal destinó solo un cuarto de millón de dólares para pagar las horas extras que tuvieron que trabajar los grupos de socorro tras la masacre del pasado 12 de junio en un bar gay de Orlando, que además dejó 53 heridos.
Scott explicó que esos recursos buscaban brindar atención médica, consejería y otros servicios sociales para ayudar a las víctimas de la matanza en el bar Pulse.
"Es impensable que el presidente Obama no defina esto como una emergencia", señaló Scott, quien ha sido un crítico permanente del Gobierno de Obama.
Scott puso como ejemplo la declaración de emergencia en 2013 tras la bomba durante la maratón de Boston, que se cobró la vida de tres personas y provocó heridas a más de 250.
Por lo menos 18 personas, 4 de ellas en estado crítico, permanecen hospitalizadas en el Centro Médico Regional de Orlando, adonde fueron trasladados la gran mayoría de los heridos de la matanza.
La red de hospitales precisó que 14 de las 53 personas heridas en el tiroteo, la mayor parte hispanos, se encuentran en condición estable y a 17 se les dio ya el alta médica.
Omar Mateen, un estadounidense de 29 años que estaba armado con un fusil de asalto y una pistola automática, dio muerte a 49 personas la madrugada del 12 de junio en la discoteca gay Pulse, en Orlando, en el centro de Florida.
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