La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) inició una pesquisa contra el gobernador de Virginia, Terry McAulife, un aliado político y amigo tanto del expresidente William Clinton como de la aspirante presidencial Hillary Clinton.


McAulife, quien confirmó la existencia de la investigación relacionada con contribuciones políticas de un empresario chino a su campaña por la gubernatura, dijo no haber cometido nada inapropiado y se declaró “muy confiado” de salir exonerado.


“Se trata de una acusación de un caballero que le dio un cheque a mi campaña. Yo no traje a ningún donante. Yo no lo llevé a la Fundación Clinton. Para ser honestos, no sé si llegue a conocer a esta persona”, dijo McAulife a los periodistas al final de un evento público.


En el centro de la pesquisa figuran las contribuciones del empresario chino Wang Wenliang. De acuerdo con la cadena CNN, el primer medio en reportar la investigación, el FBI está centrándose en una aportación de 120 mil dólares, aunque también indaga las finanzas personales del gobernador.


Bajo la ley electoral estadunidense, es ilegal que un extranjero haga contribuciones electorales a las campañas políticas. Pero en este caso, Wenliang es residente legal permanente, lo que cual hace legal sus aportaciones económicas a candidatos políticos.


McAulife hizo notar a los reporteros que el empresario ha hecho aportaciones similares a instituciones como la Universidad de Harvard y pertenece a la junta directiva de la Universidad de Nueva York. “Se trata de un individuo muy sustancial”, apuntó.


Wenliang hizo asimismo una promesa de contribuir con dos millones de dólares a la Fundación Clinton.


McAulife acaparó la atención mediática recientemente por su decisión de permitir a más de 200 mil delincuentes convictos del estado de Virginia votar en las elecciones presidenciales de noviembre.


La orden ejecutiva beneficiará de manera abrumadora a votantes afroamericanos que fueron convictos pero ya no se encuentra en prisión cumpliendo condenas. La mayoría de los votantes negros suele favorecer a los candidatos presidenciales demócratas.


Virginia, un estado considerado “columpio” en la política presidencial pues puede inclinarse a favor de demócratas o republicanos, mantenía una de las más estrictas regulaciones para evitar que quienes habían sido delincuentes convictos pudieran ejercer su derecho al voto.


En 2008 y 2012 el estado fue ganado por el demócrata Barack Obama, aunque en elecciones previas, el estado se ha inclinado hacia la columna de los candidatos republicanos como en la elección de George W. Bush.


jlcg

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