Con rapidez, sin obstáculos y en una acuciante incertidumbre política, social, económica y financiera agravada por una aguda crisis energética y por la incontrolable y creciente falta de alimentos, medicinas e insumos hospitalarios y con una asfixiante inseguridad, la ruta de Venezuela hacia el precipicio es imparable.
Aunque todavía sigue sin desbordarse en el caos generalizado, el país con las mayores reservas mundiales de petróleo parece marchar a pasos agigantados hacia un quiebre nacional.
La revolución bolivariana, proyecto socialista que llegó al poder en febrero de 1999 con el triunfo electoral de Hugo Chávez —su líder histórico muerto en marzo de 2013— y que completa más de 17 años consecutivos de mando estatal, se aproxima a una hora clave que decidirá su continuidad o su interrupción ante las fuertes presiones políticas internas.
Convertido en el blanco principal del descontento popular y del asedio opositor, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, replica que la revolución chavista sufre una intensa arremetida política de una ultraderecha capitalista y pro—Washington.
El ejemplo del vecino Brasil, cuyo régimen izquierdista fue instalado en 2003 por el sindicalista Luiz Inácio Lula da Silva y prolongado en 2010 por la ex guerrillera y economista Dilma Rousseff, inquieta en el Palacio de Miraflores de Caracas, sede de la presidencia de Venezuela.
La suspensión, el 12 de mayo, del mandato de Rousseff como jefa de Estado brasileña, mientras el Senado define si la destituye definitivamente, por presuntas irregularidades en las cuentas fiscales , agita las aguas chavistas, que permanecen expectantes, mientras Maduro advierte que el “golpe” en Brasil es un preludio de lo que se planea desde el extranjero contra los gobiernos de izquierda en la región.
En lo que describe como una guerra económica contra la revolución, Maduro aduce que el ataque opositor, con apoyo del gobierno de Estados Unidos, logró derrumbar los precios internacionales del crudo en los últimos años para adelgazar las finanzas nacionales. La meta es derrotar al proyecto bolivariano que busca sacar a millones de venezolanos de la miseria y del olvido que padecieron antes de 1999 y ofrecerles una vida digna, alega.
Los ingresos petroleros, que equivalen al 96% de las exportaciones totales, bajaron de 88 mil 961 millones de dólares en 2013 a unos 43 mil millones de dólares en 2015, según ODH Grupo Consultor, centro venezolano privado de análisis económico.
La oposición, que en diciembre de 2015 derrotó al chavismo en unas históricas elecciones parlamentarias y en enero pasado asumió el control de la Asamblea Nacional, exige al Consejo Nacional Electoral (dominado por el oficialismo) que cumpla los procesos legales y técnicos para convocar a los venezolanos —preferiblemente en este año—a un referéndum para decidir si se revoca o no el mandato de Maduro.
Tras la muerte de Chávez, Maduro ganó en abril de 2013 unas elecciones presidenciales en las que Venezuela escogió al sucesor que concluiría la gestión de seis años para la que el líder venezolano fue electo en los comicios de 2012. El periodo de Maduro está previsto que finalice en enero de 2019, pero vía referéndum puede recortarse.
Datos demoledores
La ruta de Venezuela al abismo está signada por la profunda crisis de una nación que, según cifras oficiales, recibió 700 mil millones de dólares por exportaciones petroleras de 2005 a 2014 y que, ante sus dificultades, comprometió ventas a futuro del crudo. Entre los elementos que desnudan el convulso panorama de un país que, de acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, de Suecia, de 1999 a 2015 consumió más de 100 mil millones de dólares en gasto militar, incluidos 5 mil 620 millones de dólares solo en armamento, están los siguientes:
- De los 31.1 millones de habitantes, 81%—más de 25.7 millones—ya estaba en pobreza en 2015, concluyó un estudio de las universidades Central y Simón Bolívar (públicas) y Católica Andrés Bello (privada) y de fundaciones no estatales. La investigación, de la que EL UNIVERSAL tiene copia, reveló que con una clase media “en extinción” por sus bajos ingresos, 34% de ese 81% es población de entrada reciente a la miseria
- Un 5% de la población —más de millón y medio de venezolanos— está desnutrido o subalimentado, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La investigación de las universidades alertó que 12.1% de los venezolanos cumple con dos o menos comidas al día.
- El costo de la vida hunde a los venezolanos, que a finales de marzo de 2016 ya requerían, según la Federación Venezolana de Maestros (FVM), de 17.6 salarios mínimos para cubrir el costo de la canasta básica, con una diferencia de 1 mil 892% entre precios controlados y de mercado. Un trabajador necesita más de dos salarios mínimos al mes sólo para pagar transporte y almuerzo, precisó la FVM.
- El Banco Mundial (BM) calculó que la población económicamente activa superó los 14.3 millones de venezolanos en 2015, mientras que el desempleo, estimulado por el decrecimiento de 5.7% de la economía en 2015, habría sobrepasado 10% el año anterior, según Kapital Consultoría Económica y Financiera, grupo privado de este país.
- El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó una inflación de al menos 720% para 2016 y que el incremento será del 2,200% en 2017, tras llegar al 180.9% en 2015.
- En un agudo desabasto, los venezolanos engrosan todos los días las colas para acceder a leche, harina de maíz y de trigo, arroz, frijoles, mantequilla, café, azúcar, carnes, pastas, pan, salsa de tomate, pañales, papel higiénico, toallas íntimas femeninas, pasta de dientes, champú y muchos productos más. El chavismo atribuye todo a una guerra económica de la derecha con acaparamiento, especulación y usura.
- El salario mínimo ha aumentado 12 veces en la gestión de Maduro, pero la capacidad de compra de los venezolanos decayó 64% y aunque el bono de alimentación que entrega el gobierno subió 1.479%, “en realidad” disminuyó 7.4% si se le compara con la inflación, aseguró ODH.
- La (no estatal) Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Vida y la Salud (Codevida) precisó que la escasez de medicamentos esenciales es de 90% y que la de medicinas de alto costo para cáncer, trasplantes o diálisis es de 75%. A la falta de camas se une la carencia de 90% de agujas, guantes y otros insumos médicos en unos hospitales que según Codevida funcionan en condiciones catastróficas y deplorables, con higiene precaria.
- La hoguera es atizada por la violencia en un país sin guerra que está entre los más inseguros del mundo y que, según la Fiscalía General, registró 4 mil 696 homicidios de enero a marzo de 2016, a 2.15 por hora y con 37 linchamientos. El Observatorio Venezolano de la Violencia (no estatal) precisó que el número de homicidios subió de 24 mil 980 y una tasa de 82 por cada 100 mil habitantes en 2014 a 27 mil 875 y 90 por cada 100 mil en 2015, por lo que uno de cada cinco asesinados en América es un venezolano y menos de 10% de la población confía en la capacidad del gobierno para atacar la inseguridad. La cifra de homicidios podría superar los 30 mil en 2016.
- De octubre de 2008 a diciembre de 2015 hubo 5 mil 872 asesinatos de menores de edad, informó Centros Comunitarios de Aprendizaje (no estatal).
- Con datos del Instituto Nacional de Estadísticas, el Consejo de Comercio, uno de los principales gremios de la iniciativa privada, aseguró que 58 mil empresas cerraron en 2015 y que en 2016 cesarán hasta 40% de compañías en varias zonas.
- La Federación de Cámaras (Fedecámaras), ente cúpula del empresariado, confirmó que 56% de las industrias están paralizadas por la carencia de electricidad y la falta de dólares para importar materias primas. Las industrias que operan están a 50% de su capacidad, pero casi 50% está al 30%, mientras 90% es incapaz de autogenerar suficiente electricidad por sus altos costos, precisó Fedecámaras.
- En un conflicto que el empresariado atribuye a falta de planificación del chavismo y que el gobierno justifica en la severa sequía por impacto del fenómeno climático de El Niño, Venezuela padece de un racionamiento de electricidad de cuatro o más horas al día en la mayor parte del país, excepto Caracas y el aledaño estado de Vargas. Las jornadas laborales en el aparato estatal se redujeron desde finales de abril pasado de 40 a 12 horas a la semana, con servicios parciales lunes y martes y cierres miércoles, jueves y viernes.
Ambiente sofocante
Con el largo listado de ingredientes, la crisis se acelera en derechos humanos y una violación constante de la que se culpa al chavismo, con unos 78 presos políticos, detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, acoso e intimidación a opositores y violencia de género, entre otros casos.
Periodistas y medios de prensa denuncian acoso a la libertad de expresión con agresiones, amenazas y represalias por revelar irregularidades del chavismo y cuestionar al régimen y alertan del bloqueo financiero para acceder a papel. Por escasez de materia prima, 12 medios impresos cerraron de 2013 a enero de 2016.
Así, Venezuela mezcla los componentes de un cóctel… explosivo.