A los mexicanos nos encanta el mango, maduro con un poquito de chile es nuestra perdición, sin embargo ¿cuál es su historia?
El Mango ha sido cultivado y refinado, especialmente en la India desde hace miles de años, siendo en la actualidad el fruto nacional. De origen asiático entre Birmania y la India tiene variedades y usos dependiendo de la zona. Además del fruto, la madera. flores, hojas, tallos, frutos, corteza y savia se utilizan tradicionalmente para la medicina. Por ejemplo, las hojas se utilizan como anticonceptivo por tribus del Amazonas y en Colombia las raíces se usan para tratar enfermedades gastrointestinales y la corteza como desinfectante. Incluso en partes de Asia frutas y hojas del bosque se utilizan ceremonias culturales y religiosas.
El árbol de mango produce frutos aún sin contar con mucha agua, por lo que su cultivo es todo el año. Las numerosas variedades en zonas tropicales invitan a una gran gama de usos en la gastronomía, incluyendo el fruto verde para conserva, salsa picante o con sal y vinagre. En Cuba el maduro se usa normalmente para la elaboración de refrescos, En El Salvador, es una tradición que en la época de la Semana Santa se prepare “mango en miel” una prepararación con piloncillo.
El mango, especialmente el de hilacha es rico en fibra, la cual auxilia contra problemas del estreñimiento y para sentirse satisfecho más pronto. También aporta tanto las vitaminas A, C y E: un trío de los mejores antioxidantes naturales conocidos. Contiene cantidades importantes de vitamina C: 100 gramos de mango aportan 29 mg de vitamina C y tan sólo 53 calorías. En cuanto a la vitamina A presente en el mango, es de la variedad llamada beta-carotenos. El beta-caroteno se utiliza para aminorar síntomas de asma producida por el ejercicio; prevenir ciertos cánceres, enfermedades del corazón, cataratas y degeneración macular senil (DMS).
Además se ha visto que tiene efectos en complicaciones relacionadas con el embarazo y trastornos a la piel que incluyen psoriasis y vitiligo. Entre sus otros componentes están el potasio, ácido fólico y calcio. Sin embargo, aportando grandes cantidades de azúcar, esta fruta no es recomendable para diabéticos.