El gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, y parte de su gabinete rindió homenaje a los tres agentes de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto que el pasado jueves enfrentaron a tiros a un grupo delincuencial, fueron privados de la libertad y luego aparecieron muertos en el estado de Veracruz.
Gali Fayad aseguró que los agentes caídos en cumplimiento del deber son un “ejemplo de compromiso con la seguridad estatal al haber realizado el máximo sacrificio en el cumplimiento de su labor”.
Luego de formar parte de la guardia de honor, se reunió con los familiares de los deudos a quienes les ofreció apoyo total del gobierno del estado. Recalcó que los oficiales destacaron por “la lealtad, honor y valentía” durante su labor de investigación para la desarticulación de una banda dedicada al secuestro y robo de hidrocarburo —conocidos como huachicoleros—, que operaba en municipios conocidos como el Triángulo Rojo.
En la guardia de honor también estuvieron presentes el secretario general de Gobierno, Diódoro Carrasco, el fiscal Víctor Carrancá y Jesús Morales, titular de la Secretaría de Seguridad Pública.
Además, acudieron a la ceremonia los titulares de las fiscalías de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), General Regional y General Jurídica, de Derechos Humanos y Atención a Víctimas del Delito, Fernando Rosales, Gustavo Huerta y Enrique José Flota, respectivamente; así como el director de la Agencia Estatal de Investigación, Juan Luis Galán.
Tras la aparición de los cuerpos, el gobierno estatal, en coordinación con elementos de seguridad federales, realizaron el Operativo Encrucijada, donde 87 presuntos delincuentes fueron detenidos en Atzitzintla.
Además de ser desarticulada la banda de secuestradores, fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales el presidente municipal y elementos de la corporación.