Con un cúmulo de emociones encontradas, el esposo de Guadalupe García de Rayos, la mujer que el 9 de febrero se convirtió en el rostro de la deportación del gobierno de Estados Unidos, expresa:

“Se nos ve fuertes, pero nos duele que nuestra familia esté separada; adentro estamos quebrados, pero la fe nos fortalece”.

Con el rostro endurecido y con la mano derecha empuñada con coraje e impotencia, Recrimina la política migratoria del gobierno de Estados Unidos, la cual calificó de discriminatoria, racista y xenofóbica, impulsada por el ex sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, y Donald Trump, de quienes aseguró, su esposa fue víctima.

Guadalupe García, de 36 años, originaria de Acámbaro, Guanajuato, fue detenida en el 2008, en una redada ordenada por Arpaio. En esos momentos trabajaba en el parque de atracciones Goldfland Sun en Mesa, Arizona con documentos de identidad falsos.

Estuvo presa por seis meses condenada por felonía, con cargos criminales por robo de identidad. Fue liberada con un permiso de permanencia de remoción que estuvo renovando año con año; sin embargo, el miércoles 8 de febrero, al acudir a firmar, fue detenida con fines de deportación, y al día siguiente fue regresada a México por la frontera de Nogales, Sonora.

“Ella no quiso estar acá, la trajeron sus padres siendo una niña; sus hijos la necesitan, yo la necesito, lucharemos todos los días por tenerla de regreso”, enfatizó.

El señor Rayos lanzó una reiterativa amenaza a los políticos que les han ofrecido apoyo, y advirtió que les dará seguimiento y los exhibirá en conferencia de prensa si no les cumplen.

“Mi esposa es el reflejo de los millones de mexicanos que vivimos aquí, se está haciendo grande no por fama, sino para que todo mundo mire la villanía de este señor Donald Trump, él es el culpable”, añadió.

A los políticos que acudieron al evento, dijo de frente: “Vamos a ver si van a apoyar a mi esposa, ahorita se le acercan nada más porque quieren el minuto de fama, y no es justo. Esto se está haciendo viral mundialmente y se ofrecen para ayudar.

“En México ya no dan trabajo después de los 35 años, mi esposa Lupita cumplirá 37 el 28 de febrero, a esos políticos que han ofrecido ayuda: si en realidad quieren hacerlo, que le ayuden a conseguir trabajo.

“Nosotros somos una familia trabajadora que hace su vida normal... los domingos vamos a misa”, expresó al comentar que participan en forma activa en la Organización Puente Arizona que defiende los derechos humanos de los migrantes.

Este grupo pro connacionales les facilita ayuda legal, incluso, los integrantes de esta agrupación intentaron frenar su aprehensión tirándose frente a las llantas del vehículo para impedir que se la llevaran.

“Que mi esposa sea el reflejo de miles de millones de personas que vienen atrás de nosotros, que miren... queremos despertar conciencias, así como Guadalupe García ha sido arrebatada, hay miles de familias que han sido separadas”. exclama.

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