En enero de 2015, cuatro muchachos se divertían en un centro nocturno. Ahí conocieron a unas jóvenes a quienes invitaron a una vivienda del lujoso fraccionamiento de Costa de Oro. Sólo una aceptó.
En el trayecto dos de ellos tocaron indebidamente a la joven de 17 años, mientras un tercero tuvo relaciones sexuales con ella en la vivienda.
Los familiares de la víctima presentaron una denuncia en marzo: pactaron con los padres de los jóvenes que ofrecieran disculpas en una grabación, recibieran atención sicológica y que se alejaran de la muchacha. En mayo de 2015, el padre de la joven presentó una denuncia ante la extinta procuraduría del estado y en marzo de 2016 divulgó una carta y los videos de los jóvenes para denunciar una campaña de desprestigio en contra de su hija y la inacción de las autoridades.
La fiscalía solicitó una orden de arresto por el delito de pederastia en contra de tres implicados: Enrique Capitaine, Jorge Cotaita y Diego Cruz, el primero acusado de tener relaciones sexuales con la menor, y los otros dos, por tocarla indebidamente. Al cuarto no se le fincaron cargos porque se limitó a observar. Aunque la orden fue emitida cuando la víctima era mayor de edad, tenía 17 años cuando fue agredida, por lo tanto el delito se configuró como pederastia, que podría alcanzar una pena de hasta 20 años de prisión y hasta 40 por agravada.
El 11 de mayo Enrique Capitaine fue arrestado en Coahuila, días después se le dictó auto de formal prisión. Diego Cruz fue detenido en España y enfrenta extradición. El tercer acusado, Jorge Cotaita, está prófugo.