Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquearon todos los accesos a la comunidad indígena de Nahuatzen, donde esperaban al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, para recriminarle el enfrentamiento que tuvo la disidencia con policías estatales la tarde de ayer en el municipio de Zamora.
La actitud de la CNTE enardeció a los pobladores, quienes advirtieron que los correrán de su localidad.
“Ademá de tener que aguantar la inseguridad, a los malos gobernantes y al crimen organizado, ahora también tenemos que tolerar a los maestros que deberían estar en su salón de clase y no haciendo sus desmadres”, dijo a EL UNIVERSAL un habitante del lugar.
La tensión creció cuando la Sección 18 se empecinó en retener a policías y patrullas, y cuando se negaron a desbloquear los accesos a la comunidad.
Los habitantes se deslindaron de cualquier acto y hechos que ocurran en este municipio ubicado a poco más de 100 kilómetros de la capital michoacana y responsabilizaron directamente de los actos de vandalismo a los maestros de la Coordinadora.
Incluso acusaron a la CNTE de haberse infiltrado en su movimiento.
spb