Las recientes explosiones que dejaron muertos y heridos tras un concierto de Ariana Grande en Manchester hacen recordar otros casos de shows que también terminaron en tragedia.
Uno de los casos más impactantes fue el del concierto que la banda Eagles of Death Metal ofrecía en el Bataclan de París en noviembre de 2015. El atentado dejó 130 personas muertas.
Pearl Jam vivió una tragedia en junio del año 2000 cuando en uno de sus conciertos en Dinamarca nueve personas murieron aplastadas.
Otro caso muy recordado fue el del Love Parade de Alemania, donde se registraron 18 muertos por una estampida.
En México se registró una tragedia en un show de la banda Ska-P, en 2005. Una niña murió durante su presentación en el Palacio de los Deportes.