Las relaciones sexuales pueden ser la mejor solución para aquellos pasajeros que tienen terror a volar, asegura Tom Bunn, un terapeuta que trabajó como piloto en aerolíneas comerciales y en la fuerza aérea estadounidense. El especialista dice que entre sus pacientes ya ha registrado varios casos en los que, después de una noche de sexo, olvidan la ansiedad del viaje.
Bunn declaró, según un artículo del Daily Mail, que un estudio reciente acerca de estrés crónico y post traumático podría apoyar la teoría de que las relaciones sexuales pueden disminuir el estrés de las personas antes de subir al avión. Incluso menciona el caso de un paciente que lucho con el miedo por siete años hasta que en un viaje de negocios tuvo una noche completa de sexo, sin dormir. En esa ocasión voló sin rastros de ansiedad.
Dijo que, según algunos descubrimientos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, los pasajeros que tienen estrés crónico en sus vidas son más vulnerables a desarrollar miedo a volar después de que ocurre un evento traumático como una turbulencia.
Señaló que el sexo puede ayudar a los viajeros ansiosos ya que incrementa los niveles de oxitocina, una hormona que actúa como neurotransmisor. Según una investigación de la Universidad de Lasusana, en Suiza, la oxitocina bombardea la amigdala, una parte del cerebro del tamaño de una almendra, que gobierna el miedo.
El especialista está consciente de que el sexo no puede ayudar a todos los viajeros con su ansiedad, es por ello que en las sesiones trata de apoyar a sus pacientes desarrollando un lazo entre volar y una memoria que produzca oxitocina.