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Su nombre no apareció en la lista preliminar de invitados al evento que marcará el colofón de los festejos por el centenario teñido de amarillo y azul, pero el destino se empecinó en que asistiera. A final de cuentas, también es parte valiosa de la historia americanista, pese a que esta noche podría echar a perder la celebración.
Miguel Herrera, el entrenador que guió al América a su undécimo título de Liga (Clausura 2013), visita el Estadio Azteca al frente de los Xoloitzcuintles de Tijuana, líderes del Apertura 2016.
La prueba luce con alto nivel de complejidad para los futbolistas de Ricardo Antonio La Volpe, mentor estratégico del “Piojo”, lo que otorga un aderezo extra al partido más cercano a la fecha en la que las Águilas cumplieron un siglo de existencia (miércoles 12 de octubre).
“Va a ser [un juego] abierto”, pronostica Rubén Omar Romano, otro timonel con gran influencia del “Bigotón” y ex compañero de Herrera en el Atlante, entrevistado vía telefónica. “Por supuesto que ninguno va a regalar algo, pero —por la calidad de jugadores que tienen y la idea futbolística de ambos— va a ser un partido abierto”.
En el que se reencontrarán después de ese peculiar episodio del 12 de marzo. La Volpe dirigía a los Jaguares de Chiapas y recibieron a los fronterizos, quienes se impusieron (2-1). Tras el silbatazo final, el argentino estalló en cólera contra su amigo, debido a que le saludó al arranque del duelo.
Una de las cábalas de La Volpe es no estrechar la mano de su rival previo a que ruede el esférico. Si lo hace, se predispone a la derrota, lo que explicó la rabia... Y tal vez la diferencia con aquellos estrategas que tomaron buena parte de sus principios.
“Son dos directores técnicos muy capaces, con una idea futbolística bastante parecida, pero diferentes manejos [con los grupos]”, comparte Romano.
—¿Existe el denominado “lavolpismo” y ustedes son parte de esa corriente estratégica que tanto se menciona en México?
—No, nada que ver. Solamente influyó [Ricardo Antonio], dejó cosas interesantes en cada uno y cada quien toma las cosas buenas. Después, cada uno va mejorando su estilo y así fue”.
Aunque el propio Herrera ha afirmado que el desencuentro de Tuxtla Gutiérrez no modificará su relación. Eso sí, es poco probable que hoy exista saludo entre ellos antes del silbatazo inicial.
Será el cuarto juego del “Bigotón” durante su nueva etapa en el banquillo azulcrema (Liga y Copa). Está invicto, con par de victorias y una igualada. Sus dos presentaciones anteriores en Santa Úrsula fueron exitosas (2-1 sobre los Pumas y 1-0 ante el Veracruz).
El problema es que las celebraciones por los onomásticos amarillos no suelen ser agradables. De las más recientes 10, el festejado se llevó los tres puntos un par de ocasiones, a cambio de media docena de igualadas y dos derrotas.
Historia que su pueblo desea tenga otro “script” esta noche, ya que la celebración es muy especial, más allá de la eterna gratitud hacia el hombre que está al frente de la feroz jauría norteña.
Ese que ha negado ser alumno de La Volpe, por más que su forma de juego siempre sea relacionada a la del sustituto de Ignacio Ambriz.
Romano reitera que muchos de los entrenadores considerados “lavolpistas” tuvieron influencia del “Bigotón” “nada más que en lo táctico... Dejó cosas interesantes. Fue importante para uno en su inicio, pero cada quien va haciendo su estilo, modificando cosas y creciendo de una manera diferente”.
El “Piojo” lo ha hecho... Y su clímax, hasta ahora, fue la coronación al frente de ese equipo que está de festejo, al que bien podría asestarle un doloroso pastelazo.