Pese a acumular 27 partidos sin recibir cuatro o más goles en el estadio Olímpico Universitario, cantidad que necesita el América para tener la esperanza de eliminarlos, los Pumas respetan a su enconado adversario. A final de cuentas, las Águilas son el club más exitoso en la historia de las Liguillas (11 títulos), palmarés que incluye algunas sorprendentes remontadas.

“Jamás va a estar muerto un equipo como América, con la historia y jugadores que tiene”, afirma el atacante uruguayo Matías Britos. “Hay que respetarlo, hacer nuestro juego y volver a entregarnos”.

No admiten cuatro anotaciones, en CU, desde el 4 de mayo del año anterior, cuando el Pachuca les superó (4-2) en el cotejo de vuelta de los cuartos de final del Clausura 2014, pero ese resultado les serviría para instalarse en su primera final durante los más recientes cuatro años y medio. No pierden por una diferencia que los dejaría fuera desde el 2 de septiembre de 2013. Aquella lluviosa noche, sucumbieron precisamente con el América (1-4), revés que provocó la salida del estratega Juan Antonio Torres Servín.

“Vamos a hacer lo mismo en la vuelta, tratando de proponer, pese a que el resultado parcial nos beneficia”, adelanta el goleador Eduardo Herrera, quien es respaldado por el contención David Cabrera: “En este tipo de partidos e instancias, no [nos podemos sentir clasificados]. Nos ha tocado ver remontadas de marcadores más grandes. Faltan 90 minutos y hay que jugarlos”.

Las Águilas ganaron en nueve de sus más recientes 20 presentaciones en CU (cinco empates y seis derrotas). El problema es que sólo aquella referida vez lograron un marcador que hoy les permitiría meterse.

“Todavía falta la vuelta”, añade Cabrera. “Lo tenemos bien entendido”. Así es que el exceso de confianza está descartado.

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