El torneo de Wimbledon servirá a partir de hoy, como termómetro para medir la recuperación de Novak Djokovic y Rafael Nadal, dos tenistas que llegan a la catedral de la hierba envueltos en la duda.

¿Cómo afectará la derrota en la final de Roland Garros a Djokovic? ¿Logrará Nadal hacer un buen torneo después de todos los altibajos que vivió en los últimos 12 meses?

El All England Club asistirá a un Wimbledon incierto. Además de la situación del serbio y del español, el tercer Grand Slam de la temporada servirá como prueba de fuego para el suizo Roger Federer, que busca su primer Grand Slam desde 2012, y para Andy Murray, campeón en 2013.

Además, varios jugadores  llaman a las puertas del “Big Four”, como el suizo Stanislas Wawrinka, flamante campeón del Abierto francés, el japonés Kei Nishikori o el canadiense Milos Raonic. Quien no estará es el español David Ferrer, que renunció hoy por una lesión en el codo.

Djokovic, número uno del mundo, arranca hoy la defensa del título  ante el alemán Philipp Kohlschreiber.

“París ya está olvidado, el tenis me enseñó a moverme rápidamente, a resetear y a encontrar de forma veloz una nueva motivación que me inspire para continuar”, explicó el serbio.

Sin embargo, añadió después que aún siente "las huellas" que dejó esa derrota ante Wawrinka.

“Las huellas quizás estén ahí por algún tiempo, pero uno siempre intenta entrenar la mente para mirar el lado positivo, tomarlo como una lección”.
Djokovic sólo podría medirse con Nadal en la final.

“Me siento bien, llego con buenas prácticas y he ganado un torneo sobre hierba después de cinco años”, dijo Nadal en Londres, ciudad a la que llega con un trofeo sobre hierba (Stuttgart) seguido de una eliminación en primera ronda (Queen’s) .

Víctima de percances físicos en la segunda mitad de 2014, lo que se tradujo en infinidad de dudas en los primeros meses de 2015, el español espera despegar en Wimbledon, donde debutará ante el brasileño Thomaz Bellucci.

“En 2012 y 2013 no pude jugar bien por los problemas de rodilla. Ganar o perder ahora no importa tanto, lo  importante es que estoy sano”, señaló.

Siete veces campeón en Wimbledon, Federer está encantado con su preparación para el torneo, después de que el calendario ofreciera por primera vez tres semanas entre Roland Garros y el Grand Slam sobre hierba.

“El año pasado no pensaba en llegar a la final, pero este año realmente creo que puedo aspirar a ganar Wimbledon”, dijo el número dos del mundo.

Las esperanzas locales están puestas en Murray, que chocará en primera ronda con el kazajo Mikhail Kukushkin después de la mejor temporada de su carrera sobre arcilla.

Serena, por uno más. En el cuadro femenino los ojos estarán puestos en la Serena Williams. Campeona del Abierto de Australia y de Roland Garros en 2015, la número uno busca encadenar otro grande más y mantener vivo el sueño de completar Grand Slam en un año.

“Sé que estoy en los libros de historia, pero sigo mirando hacia adelante. No me conformo y quiero más” , dijo Williams, que en París sumó su vigésimo título de Grand Slam.

“No siento presión por tener que ganar los cuatro”, añadió.

La defensora del título, la checa Petra Kvitova, no llega en su mejor momento después de retirarse en Eastbourne por una enfermedad.

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