Siempre ha sido uno de los grandes misterios de la historia: la desaparición de la en centroamérica. Sin embargo, una nueva investigación asegura que el cambio climático fue fundamental para aclarar el misterio.

Según indica junto a una publicación en , en la que arqueólogos reunieron por primera vez para un estudio todos los centros urbanos de las tierras mayas, cuando la cultura maya comenzó a florecer, los registros climáticos muestran que en la región se produjeron grandes precipitaciones que quedaron atrás drásticamente a partir del año 820 d.C, con sequías que se prolongaron durante cerca de 95 años.

Según las evidencias, la mayoría de las ciudades mayas del sur de la península cayeron entre los años 850 y 925 d.C. coincidiendo con este seco registro. Los investigadores se preguntan por qué esto no sucedió en las zonas del norte.

 (La ciudad de Calakmul, ubicada al sureste del estado de Campeche, tuvo su apogeo entre el 600 y el 900 d.C. (FOTO: Archivo EL UNIVERSAL)

Tras este grave periodo en el siglo IX, el siglo XI trajo una nueva "megasequía" más enfocada en el norte de sus dominios, terminando por sucumbir para siempre a una de las civilizaciones más importantes del mundo.

Sin agua, los habitantes no habrían podido llevar a cabo sus cultivos para subsistir, produciendo un éxodo del pueblo maya a causa de un desorden político y social debido a la sed y el hambre.

Los mayas habrían alcanzado su periodo de mayor esplendor alrededor del año 600 a.C., dejando un gran legado en ciencias, arquitectura, matemáticas, astronomía, artes, entre otras áreas.

rqm

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