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La empresa estadounidense Tesoro, ganadora de la Primera Temporada Abierta de Pemex Logística, tendrá que enfrentar el robo de combustible que también afecta a Baja California y Sonora, en donde empezará a almacenar y transportar petrolíferos.

Al recibir en renta el 100% de la capacidad de almacenamiento y transporte por ducto ofertada por Pemex en las terminales de Rosarito, Mexicali, Ensenada, Guaymas y Hermosillo, deberá afrontar uno de los problemas que ha alcanzado el rango de seguridad nacional: las tomas clandestinas por las cuales el crimen organizado extrae hidrocarburos.

Por ahora, Pemex no ha definido quién se hará cargo de los daños provocados por las perforaciones a ductos o el robo de combustible en las instalaciones asignadas en la primera temporada abierta, que comprende a Baja California y Sonora.

Tesoro sería la primera petrolera privada en enfrentar ese problema en México, del cual hasta ahora sólo Pemex había sido víctima.

El problema se ha extendido a casi todo el país, en especial en estados con presencia de la industria petrolera. Uno de ellos es Puebla, donde la violencia por esa causa se desbordó en los últimos días.

Este viernes, EL UNIVERSAL publicó que el ilícito ha alcanzado niveles alarmantes en esa entidad, con 10 muertos (cuatro de ellos militares), 11 heridos y 14 detenidos como saldo de dos enfrentamientos entre integrantes del Ejército que acudieron a la localidad de Palmarito, Puebla, por el robo de combustible por parte de pobladores, y presuntos integrantes del crimen organizado. Esa es la realidad que enfrentará Tesoro.

En 2016, de acuerdo con información de Pemex entregada vía la Plataforma Nacional de Transparencia del gobierno federal, el crimen organizado realizó en promedio 18.8 perforaciones por día en la red de ductos nacional de Pemex, para un total de 6 mil 873 tomas clandestinas.

En los dos primeros meses de 2017 suman mil 647, lo que arroja un promedio diario de 27.9 horadaciones.

El banco de datos de Pemex muestra que en 2016, Baja California y Sonora registraron 87 y 19 llamadas anónimas al teléfono 01 800 228-9660 para denunciar el robo de combustibles, respectivamente.

En ese año, Baja California reportó 82 tomas clandestinas, 70 se registraron en el municipio de Tecate, nueve en Playas de Rosarito y al menos una en Ensenada, Tijuana y Mexicali.

En Sonora se reportaron 19 tomas clandestinas, nueve de ellas en el municipio de Guaymas.

Sin embargo, en ambas entidades el robo de combustible no es nuevo. En 2010, fueron asegurados en Baja California por la comisión del delito de robo de hidrocarburos en la modalidad de tomas clandestinas, 700 litros de hidrocarburo.

Dos años después se aseguraron 43 mil 807 litros de gasolina, de los cuales 98.3% se ubicó en el municipio de Tijuana, y el resto en Tecate.

Para 2013, el robo de combustibles en Baja California se extendió a Ensenada, Lázaro Cárdenas, Mexicali, Tecate y Tijuana, en donde se aseguraron 255 mil 594 litros de diesel, 3 millones 286 mil litros de gasolina y 5 mil 50 litros de hidrocarburo.

En 2015, Mexicali, Tecate y Tijuana volvieron a ser blanco del crimen organizado, que sustrajo 6 mil 200 litros de diesel, y 12 mil 819 litros de hidrocarburo.

El año pasado sólo se reportaron 292 litros sustraídos de hidrocarburos en el municipio de Tijuana.

Sonora saltó a las estadísticas del robo de combustibles en 2011, cuando los municipios de Ciudad Obregón, Guaymas, Hermosillo y Navojoa reportaron el hurto de 30 mil 200 litros de diesel, 4 mil litros de gasolina y 13 mil 800 litros de hidrocarburo.

Para 2013, Guaymas y Hermosillo denunciaron el robo de 5 mil 150 litros de diesel y de hidrocarburo.

En 2015, sólo Ciudad Obregón informó sobre el robo de 8 mil 210 litros de hidrocarburo.

El año pasado fueron sustraídos de las instalaciones petroleras en el municipio de Guaymas 9 mil 200 litros de hidrocarburo y, en los primeros dos meses de este año, dicho robo suma 4 mil litros.

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