Mucho se ha dicho del Proyecto Hidráulico de la Zona Oriente del Valle de México y la importancia que tiene para reducir los riesgos de inundación en ese perímetro en beneficio de la población que la habita, mejorando su calidad de vida y el entorno al reducir los escurrimientos de agua residual a cielo abierto, pero también para la operación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Se ha hablado también de la importancia que reviste el armonizar los trabajos de esta obra —una de las más grandes realizadas en la historia de nuestro país—, con el cuidado y preservación del entorno ambiental. Por ello, desde la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH) un grupo de ingenieros decidimos aportar nuestro conocimiento y experiencia para enriquecer los estudios que derivaron en la selección de la zona en que se construye el NAICM, lo que nos permite conocer integralmente el proyecto.

Desde su inicio, las obras hidráulicas de este importante Proyecto Hidráulico establecieron la realización de nuevas obras y la rehabilitación de algunas existentes. En ningún momento se consideró desecar el Lago Nabor Carrillo, como se ha mencionado en diversas ocasiones. Al contrario, de acuerdo con el proyecto inicial que hemos ido supervisando en cuanto a su ejecución, se contempla operarlo a una capacidad ordinaria y mantenerlo como un espejo de agua.

En septiembre de 2014, durante la presentación Plan Maestro Ambiental y el Plan Hídrico de la construcción del NAICM, entre otras obras hidráulicas se anunció la construcción de cinco sitios de regulación y la rehabilitación de los cuerpos existentes: El Fusible, Horaria, Río Churubusco y Lago Nabor Carrillo.

Para ello, se realizaron acciones de desazolve, renivelación y mantenimiento de bordos; rectificación de 60 kilómetros (km) de cauces para mejorar el escurrimiento del drenaje natural; construcción de 150 km de colectores marginales para captar y conducir las aguas residuales provenientes de las zonas urbanas y canalizarlas a plantas de tratamiento; construcción de 21 plantas de tratamiento de aguas residuales y la rehabilitación de dos más, así como el entubamiento de 7.2 km y la construcción de 41 km de túneles para mejorar el sistema de drenaje.

El sistema de regulación se localiza en la confluencia de los ríos del oriente para captar, regular y desalojar los escurrimientos generados por las lluvias en la zona, que son conducidos por los nueve ríos del Oriente (San Juan Teotihuacán, Papalotla, Xalapango, Coxcacoaco, Texcoco, San Bernardino, Chapingo, Santa Mónica y Coatepec), además estará preparado para recibir las descargas de aguas pluviales del NAICM.

De acuerdo con lo observado, estas acciones de conservación también se realizan en el Lago Nabor Carillo con la rehabilitación de sus canales de comunicación interna, la renivelación del fondo del mismo, así como la construcción de canales exteriores y caminos de acceso para el mantenimiento de los pozos para agua potable.

Dentro de la zona Federal del Lago de Texcoco que ocupa el polígono del NAICM se regulaban 6.80 Mm³ en los cuerpos Casa Colorada, Xalapango y Texcoco Norte. Actualmente gracias a la ampliación y rehabilitación de los cuerpos de Regulación Horaria y Churubusco se tiene una capacidad de regulación de 12.30 Mm³.

La capacidad desarrollada en la operación de la infraestructura existente y la que se ha construido, han permitido y permitirán reducir los daños provocados por las inundaciones y harán al valle metropolitano una zona más resiliente y responsable del medio ambiente.


Los autores son presidente y vicepresidente
de la Asociación Mexicana
de Hidráulica, respectivamente.

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