Por Hiram Monroy, director de Commercial Sales para AMD en México, Centroamérica y el Caribe

Históricamente, el estándar de los modelos educativos parte del esquema prusiano, una dinámica originada en el siglo XVIII que ha trascendido hasta nuestros días, heredando los descansos de verano e invierno en el ciclo escolar que, tradicionalmente, se otorgaban para atender las temporadas de la agricultura y apoyar a sus familias en las labores del campo.

Tecnología un aliado clave

Con la abrupta transición al , padres, alumnos y maestros tuvieron que tomar el aprendizaje en sus manos y hacer de la tecnología un aliado clave para dar continuidad a la educación de niños y jóvenes, rompiendo con las nociones de la didáctica tradicional de clases, recesos, tareas y vacaciones.

Leer también:

Este salto colocó a lo digital en el centro, empoderando a todo el ecosistema educativo para ser más flexible, ágil y resiliente. Tal perspectiva no solo sirvió como un salvavidas para las familias durante la pandemia, donde aún frente a los retos mundiales se apreciaba un atisbo de normalidad, sino que también enfatizó dos figuras tecnologías clave para hacer esto posible: el cómputo personal y la infraestructura de nube.

El primero resultó muy evidente: Pese a que inicialmente se estimaba que solo 25.4% de los estudiantes mexicanos contaban con una computadora en casa, la venta de estos equipos se incrementó a nivel mundial en un 13.1% y un 13.5% durante 2020 y 2021, respectivamente, con una expectativa de mantener un crecimiento anual del 3.3% hasta 2025, como respuesta a la .

Uso de dispositivos móviles es considerablemente más alto

Tal comportamiento demuestra que, aunque el uso de dispositivos móviles como smartphones y tablets es considerablemente más alto en el país (69.5%), las características de estos equipos pueden resultar insuficientes para tareas demandantes como colaboración en tiempo real, gráficos multimedia y aplicaciones interactivas, haciendo de las computadoras una plataforma crítica para el aprendizaje .

Por otro lado, las tecnologías de nube sirvieron no solo como infraestructura de conectividad, también impulsaron nuevas modalidades de interacción y consumo de contenidos. Aunque una de las iniciativas de contingencia consistió en hacer de la televisión un medio didáctico, el alcance de las redes digitales permiten una experiencia mucho más inmersiva y personalizada para los alumnos.

Habilitación de servicios de internet

En cuanto a la habilitación de servicios de internet , el alcance en el país se ha incrementado significativamente en los últimos años, estimándose una penetración del 66% de la población en el año en curso y con una expectativa de llegar al 70% para 2025, en la medida que se siga extendiendo la infraestructura de TI (servidores, puntos de acceso, centros de datos, antenas, cableado, etc.) a lo largo del territorio nacional.

Dicha necesidad de establecer conexiones e infraestructuras de red más robustas se refleja también en inversiones de esta índole, con un mayor número de proyectos de centros de datos surgiendo en diferentes territorios, al grado que se espera que esta industria continue desarrollándose a una tasa anual del 10.5% hasta el cierre de la década, constituyendo un valor a escala global de aproximadamente $517,000 millones de dólares para el 2030.

Conforme ambos rubros comiencen a robustecerse en el país, cada vez serán más los modelos de educación híbrida funcionales en todos los niveles académicos, sentando la base de un nuevo paradigma didáctico que impactará en todo el mundo.

Esta transformación aportará no solo capacidades de personalización que se adapten a las necesidades de aprendizaje de cada alumno, sino también brindando servicios y tecnologías cada vez más accesibles, inmersivas y seguras para todos, construyendo así el futuro de la educación.

Leer también:

Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: