La candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, ha expresado que bajo el “gobierno” de Andrés Manuel López Obrador, los valores de vida, verdad y libertad se han puesto en peligro. A lo largo de estos casi seis años de ocurrencias y despropósitos en prácticamente todas las áreas de la administración pública esta es una afirmación que se puede demostrar con enorme facilidad.

En las últimas semanas los habitantes de un sector céntrico de la ciudad de México hemos padecido las consecuencias de la irresponsabilidad cuyos daños aún no hemos terminado de advertir y que, en efecto, ponen en riesgo los valores de la vida y la verdad. Nos referimos al caso de la contaminación del agua que supuestamente debe ser potable y apta para consumo humano y que llega a los domicilios de decenas de miles de familias, empresas y dependencias de gobierno en las colonias de la demarcación Benito Juárez y Álvaro Obregón.

De acuerdo con declaraciones de los vecinos afectados, a partir de fines del mes de marzo, de los grifos domésticos empezó a salir agua con olores a químicos, combustibles o solventes. La respuesta del gobierno de la Ciudad de México, ante tales quejas fue la de soslayarlas e incluso decir que el origen del problema derivaba de la falta de limpieza de cisternas y tinacos, pretendiendo, como es costumbre, traspasar la culpa a otros por la situación anómala. Algunos opinadores y promotores de la 4T en redes sociales incluso incurrieron en la vileza de decir que se trataba de un sabotaje, pretendiendo victimizar, como suelen hacerlo, a los gobiernos morenistas.

Tuvieron que transcurrir dos semanas y la presión, protestas y plantones por parte de los vecinos para que el jefe de gobierno sustituto admitiera que en efecto había un problema real con el líquido surtido. A partir de entonces se empezó a vivir el segundo episodio del problema, en el que no solo no se solucionó la situación, sino que se ha generado mayor desconcierto por los hallazgos preliminares. Lo que se “descubrió” es que medio millón de personas estuvieron expuestos al consumo de agua contaminada con sustancias de la familia de los solventes.

Ante la persistencia de los vecinos de las zonas y colonias, que por cierto en otros momentos han merecido ataques sistemáticos e injustos por parte de López Obrador, el gobierno local cerró con el apoyo de la guardia nacional, un pozo de abastecimiento en la alcaldía Álvaro Obregón, en la colonia Alfonso XIII, derivado de hallazgos de ciertos compuestos aun no identificados mezclados con el líquido vital. De acuerdo con los expertos, dicho cierre no garantiza que la contaminación en otros pozos, ya que el acuífero tiene vasos comunicantes y lo adecuado hubiera sido el monitorear y controlar otros pozos.

Como siempre ocurre en estos casos, las consecuencias las padecen los vecinos, quienes han reportado ya casos de dermatitis, lesiones en boca y mucosas, náuseas, así como problemas gastrointestinales. Incluso, a instancias de algunos de los afectados se realizó un reporte de una empresa particular que señaló que la combinación de sustancias derivadas del petróleo con el cloro genera compuestos con efectos cancerígenos.

Estamos ante un desastre de falta de cumplimiento de atribuciones y responsabilidades por parte de la Comisión Nacional del Agua y el desdén del gobierno capitalino, que más bien parece estar ganando tiempo para administrar esta crisis cuya resolución debe ser urgente.

En su videocolumna reciente para el portal Latinus, Héctor de Mauleón señaló que el problema de contaminación de agua destinada para el consumo humano no solo es exclusivo de la Ciudad de México.

Ante este desastre, el Presidente no asume ninguna responsabilidad, siendo que, de acuerdo con la legislación debería de haber emitido una declaratoria de emergencia por contaminación del agua, por los peligros que esto supone para la población, empezando por los grupos más vulnerables como niñas, niños, adultos mayores y enfermos. Sin embargo, la falta de previsión y las ocurrencias que en materia de riesgos de protección civil no existen los mecanismos pertinentes para enfrentar la situación.

Como lo hemos hecho ante otros desastres generados por estas administraciones erráticas y corruptas, las legisladoras y legisladores del PAN acompañaremos a los vecinos, gestionando la provisión oportuna de agua potable. De igual manera llevaremos esta delicada situación hasta las últimas consecuencias, incluso para deslindar las responsabilidades correspondientes y que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar.

Coordinador del GPPAN y presidente de la JUCOPO

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